Comunicado de prensa de la Santa Sede sobre la controversia entre una diócesis croata
y un monasterio benedictino en la provincia italiana de Padua
En un comunicado de prensa de la Santa Sede, hecho público ayer, se informa acerca
de las noticias que algunas fuentes de información dieron en estos días, en Croacia
y en Italia, sobre la controversia entre la diócesis croata de Parenzo y Pola y el
monasterio benedictino de Praglia, en la provincia italiana de Padua.
En la
nota se subraya ante todo que la “cuestión es de naturaleza propiamente eclesiástica”.
Por lo que se manifiesta el desagrado de que la cuestión “haya sido instrumentalizada
con fines que tratan de presentarla en clave política y demagógica, como si se pretendiera
dañar a Croacia”. En cambio –se lee en el comunicado– “la decisión de la Santa Sede
tiende exclusivamente a restablecer la justicia dentro de la Iglesia, por otra parte
con un resarcimiento sólo parcial”.
La medida –explica la Oficina de Prensa
Vaticana– “ha sido adoptada como conclusión de una confrontación que la Santa Sede
inició desde el año 2004 con la diócesis de Parenzo y Pola y el monasterio benedictino
de Praglia”. En efecto, el 21 de noviembre de 2008 –recuerda el comunicado– el Papa
constituyó una Comisión cardenalicia especial. Y después de la “escrupulosa búsqueda
de un acuerdo entre las dos partes” –se lee– y “frente a algunas acciones unilaterales
de la autoridad eclesiástica de Parenzo y Pola, las conclusiones, alcanzadas unánimemente
por la Comisión fueron dadas a conocer al Papa en diciembre de 2010, "quien las aprobó
específicamente”.
Con esta decisión –escribe la Oficina de Prensa Vaticana–
“se dispuso que las propiedades inmobiliarias interesadas aún en posesión de la diócesis
sean transferidas al ente croata “Abadía d.o.o.”, con la entera participación de la
Abadía de Praglia, restableciendo así, en la medida de lo posible hoy, la condición
determinada por la voluntad testamentaria del donante originario que, a causa de vicisitudes
históricas, por muchos años no ha sido respetada”. Además –explica el comunicado–
“se ha pedido a la diócesis que rembolse a la Abadía de Praglia, a título de indemnización
por los bienes que la diócesis ha enajenado previamente o que de todos modos no pueden
ser devueltos”. Y se añade que la medida de tal indemnización “debe considerarse meramente
a forfait, en cuanto el valor de los bienes ya enajenados por la diócesis es sumamente
superior”.
“El obispo de Parenzo y Pola –explica también la nota de prensa–
después de haber aceptado negociar inicialmente con los benedictinos a fin de llegar
a una solución intra-eclesial de la controversia, lamentablemente se ha retirado de
tal posición”. Habiendo “rechazado suscribir la convención que habría tenido que dar
valor civil” a las disposiciones decididas, el Papa ha tenido que recurrir al nombramiento,
el pasado 6 de julio, de Mons. Santos Abril y Castelló como comisario “ad actum”,
que para esta cuestión específica sustituye a la autoridad eclesiástica local, “permitiendo
alcanzar finalmente la solución de la controversia también a través de un regular
acto notarial”. Las razones expuestas por la diócesis de Parenzo y Pola –evidencia
también el comunicado– “siempre han sido tomadas con la debida consideración y acogidas
según criterios de equidad y de justicia en la decisión pontificia”. Por esta razón
–concluye la nota vaticana–, duele que “la decisión de la Santa Sede sea contestada
como si fuera partidista, o incluso no tuviera un fundamento adecuado”.