Eucaristía, santidad y celibato palabras claves del Arzobispo de Caracas al ordenar
a seis sacerdotes
“Cooperar como pregoneros de la Palabra de vida, como pastores del pueblo santo, y
como sujetos principales de la Eucaristía, el mayor tesoro de la iglesia”. Este fue
el mandato del Arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, al ordenar a seis
nuevos sacerdotes. Durante una celebración eucarística que presidió, el pasado sábado
30 de julio, en la Catedral Metropolitana de Caracas, junto a los obispos, el vicario
General, y numerosos sacerdotes de las cuatro zonas pastorales de la capital venezolana,
el cardenal Urosa reiteró que sin sacerdocio no hay Eucaristía. “En ese ministerio
apostólico –afirmó- resplandece como elemento central la perpetuación de la presencia
activa y salvífica de Jesucristo a través del sacramento maravilloso de la Eucaristía”.
En
su homilía el Arzobispo de Caracas también se refirió a la santidad a la que está
llamado el presbítero, llamado a vivir como Jesús y que por lo tanto “no puede conformarse
con una vida espiritual mediocre”. El cardenal Urosa asimismo habló sobre el celibato
sacerdotal. “De manera particular quiero invitarlos a ser fieles en su consagración
a servir al Señor para siempre en el celibato, en esa entrega generosa de su corazón,
que es simplemente respuesta a una excelsa vocación, a la gracia maravillosa de imitar
a Jesús en la entrega de su corazón a Dios y a la salvación de las personas”.
Durante
la celebración uno de los nuevos presbíteros, el padre Arsenio Zambrano tomó la palabra,
en nombre de todos, para manifestar su agradecimiento a Dios, a la iglesia y a las
distintas parroquias donde fueron recibidos para cumplir sus labores durante el periodo
de formación. Con el acto de la imposición de manos que hizo el Arzobispo de Caracas
a estos nuevos sacerdotes, se dio un paso importante para motivar e impulsar con dinamismo
las acciones pastorales y de evangelización que emprende la Iglesia en Venezuela.