Benedicto XVI: necesidad de continuar la obra evangelizadora haciendo resplandecer
los frutos de la fe y el apostolado en América
Benedicto XVI espera que el año jubilar por los 500 años de la creación de las primeras
diócesis de América traiga frutos abundantes de fe y apostolado entre los sacerdotes,
religiosos, religiosas y laicos que con fervor anuncian el Evangelio. Así lo expresa
el Santo Padre en la Carta Pontificia dirigida al cardenal Carlos Amigo Vallejo, Su
enviado especial para la Clausura del Año Jubilar por los 500 años de la creación
de las primeras circunscripciones eclesiásticas del continente americano: Santo Domingo
y la Vega, en República Dominicana y San Juan de Puerto Rico, que tendrá lugar del
7 al 9 de agosto próximo.
“Obedientes al mandamiento del Señor Jesús, ‘Vayan
por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación; El que crea y se
bautice, se salvará’ (Mar 16,15-16), - escribe el Papa- se debe emprender una nueva
evangelización en todas las ciudades del mundo y recordar los eventos del pasado para
el anuncio de la Buena nueva. En estos eventos- explica el Pontífice- podemos contemplar
la abundancia de gracia divina que por siglos ha llamado a tantos hombres para alcanzar
la salvación en Cristo”.
Con un saludo especial, al Arzobispo de Santo Domingo,
cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Primado de América, Benedicto XVI recuerda
los 500 años de la fundación de las primeras diócesis del continente por voluntad
del Papa Julio II. En este contexto, el Santo Padre da gracias a Dios, manifestando
su benevolencia y cercanía espiritual a los pastores y a los fieles, e invocando al
Espíritu Santo para que sea estimulada la obra de evangelización, que debe continuar
con fervor por intercesión de la Beata Virgen María, “Estrella de la evangelización”
y de todos los santos, especialmente aquellos que han anunciado el Evangelio en América.
En
la misiva hecha pública, este sábado, se informa también que la misión que acompañará
al cardenal Amigo Vallejo está compuesta por el padre Manuel Antonio Ruiz De La Rosa,
comprometido en la educación de los sectores más pobres y en la evangelización del
arte, así como en la defensa de la vida y de la familia. Y en especial, se ha distinguido
por su trabajo en Haití tras el último devastador terremoto. También integra la misión
el padre Jesús Castro, Párroco de San Juan Bautista de la Salle y Vicario Episcopal
para el clero de la Arquidiócesis de Santo Domingo.