Los obispos de Perú recuerdan al nuevo gobierno la necesidad de proteger la Creación para construir un mundo de paz

Hace 190 años, el 28 de julio de 1821, el Perú proclamaba su independencia. El país celebró hoy el evento con una Misa y un Te Deum de agradecimiento, presididos por el arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, en la catedral de la ciudad. “Esta fiesta patriótica marca el inicio de un nuevo gobierno y de un nuevo Congreso de la Republica”, escribe la Conferencia episcopal peruana en una nota firmada por su presidente mons. Hector Cabrejos Vidarte, titulada “Por un futuro de progreso y esperanza”.

“El Estado - se lee en la nota – tiene en sus manos el futuro de 30 millones de personas que esperan un compromiso genuino en favor de la democracia y en una gestión del poder compartida, eficiente y honesta”. Los obispos peruanos recuerdan además que el desarrollo del país “debe ser integral y centrado en la sanidad, la alimentación, el agua, la instrucción, la vivienda y la seguridad pública”, así como en la “creación de oportunidades para los más necesitados”, objetivo considerado “fundamental e indispensable para vivir con dignidad”.

Más adelante en su mensaje, citando a Benedicto XVI, los representantes de Iglesia peruana subrayan que “es necesario proteger la Creación, para construir un mundo de paz”. Considerando que el Perú es un país “riquísimo de recursos naturales”, los obispos se auguran “el dialogo, el consenso y la tolerancia, para construir una nación con paz y progreso, evitando los conflictos sociales”. La nota de los prelados peruanos recuerda también la importancia de la población, “hombres y mujeres que día a día construyen el futuro de sus familias con esfuerzo y sacrificio”. Por ellos es necesario “promover el progreso y el desarrollo, tutelando la vida y la familia”, porque “el amor por la familia es un valor que la sociedad debe proteger.
Por último, ante la nueva toma de mando en el país, la Iglesia pide que sean respetados los valores fundamentales del Perú, o sea la democracia, el estado de derecho, el bien común, la justicia, la verdad, la responsabilidad, la integración social, el respeto y la promoción de los derechos humanos, especialmente aquellos de los más desfavorecidos”.

Con nosotros el embajador del Perú ante la Santa Sede en esta ocasión