Los cristianos pueden ser un puente entre judíos y musulmanes en Tierra Santa y Oriente
Medio
Jueves, 21 jul (RV).- Con buenos auspicios concluyó en Londres la Conferencia Internacional
sobre los Cristianos de Tierra Santa, organizada por el arzobispo de Canterbury, primado
anglicano Rowan Williams, y por el arzobispo católico de Westminster, Vincent Nichols.
También
el cardenal Jean-Louis Tauran participó en esta Conferencia Internacional de Londres
y subrayó la importancia del diálogo interreligioso. El purpurado, que hizo un llamamiento
para que Tierra Santa no se convierta únicamente en un lugar arqueológico, manifestó
que allí los cristianos son una minoría que vive en condiciones de precariedad, debilitados
por guerras y revoluciones y obligados a menudo a emigrar.
“Pero también son
un don para la sociedad, añadió el purpurado, porque aportan la apertura cultural
y sentido de la dignidad humana, de forma especial las mujeres, una concepción de
la libertad que armoniza derechos y privilegios y una idea de la sociedad política
que puede conducir a la democracia”. Para el cardenal los cristianos pueden ser un
puente entre judíos y musulmanes, y son anunciadores de esperanza, en memoria de Abraham,
padre de las tres religiones monoteístas, porque “la religión enseña que sólo existe
un futuro: el futuro compartido”.
De aquí el llamamiento del purpurado para
que Tierra Santa no sea sólo un escenario arqueológico, un museo al aire libre que
poder visitar pagando la entrada. “Para los cristianos –añadió- los lugares santos
son testimonios vivos, son la tierra de la revelación de Dios, el lugar donde Jesús
vivió, murió y resucitó”.
El cardenal Tauran se refirió también a los cristianos
de Tierra Santa y Oriente Medio árabes, descendientes directos de la fe apostólica
y que llegaron a esta zona mucho antes que los musulmanes. Por esta razón ellos no
solicitan asilo, “porque ya están en su casa” ya que han permanecido en Tierra Santa
desde hace siglos sin solución de continuidad. El purpurado consideró primordial la
búsqueda de una solución del estatus jurídico de Jerusalén, y en consonancia con la
Santa Sede expresó su anhelo de que la zona más significativa de la ciudad, donde
se ubican los principales lugares sagrados de las tres religiones monoteístas, obtenga
un estatus especial garantizado internacionalmente.
“De esta forma, subrayó
el cardenal, se podrán asegurar derechos fundamentales como la libertad de conciencia,
de religión, de circulación, educación y sanidad, a cristianos, judíos y musulmanes”
y de igual forma podrán disfrutar de la posibilidad de tener instituciones propias.
En la última sesión de trabajos realizados los días 18 y 19 de julio, se presentaron
las propuestas dedicadas a mejorar la vida cotidiana de las comunidades cristianas.
En la Conferencia participó entre otros Su Beatitud Fouad Twal, Patriarca Latino
de Jerusalén, quien se refirió a la importancia de esta conferencia y agradeció la
oportunidad de poder hablar de la situación a la que se enfrentan cotidianamente.
“Es positivo y
bello el que no hayan llegado solamente personas del clero y de la Iglesia, sino que
también hayan participado laicos, jóvenes y menos jóvenes, que han compartido la propia
experiencia. Para mí estos jóvenes laicos han sido muy equilibrados: no hubo ningún
reclamo de venganza, de violencia. Al contrario, hablaron bien de propio deseo de
una mayor justicia, mayor paz, libertad de movimiento, libertad de visitar los lugares
santos. Sé que con esta Conferencia de dos días no podemos afrontar todo, pero es
un inicio, y para mí lo más importante es lo que vendrá. Esperemos que todo vaya bien.
El hecho de que los católicos, los protestantes, los anglicanos, los musulmanes, los
judíos estén juntos es ya un signo positivo. Más nos encontramos y mejor es, porque
nos conocemos mejor y el conocimiento nos ayuda para ser más equilibrados, más moderados,
más respetuosos los unos con los otros”.
El Patriarca Latino de Jerusalén
Fouad Twal abordó también la situación política lamentando las dificultades y la ausencia
de acciones determinadas encaminadas a lograr la paz.
“La gente, los
fieles, los ciudadanos son concientes de que esta situación no puede continuar. Son
más bien los políticos los que no siempre tienen los pies sobre la tierra. La gente,
los fieles de todas las confesiones cristianas, musulmanas y judías dicen que esta
vida no puede continuar. Todos tienen ganas de vivir una vida normal con serenidad.
Durante la Conferencia, hemos hablado y dado importancia primaria a la educación:
Educar a nuestros jóvenes al respeto recíproco, al conocimiento recíproco. Tenemos
tantas instituciones: la Universidad de Belén, la Universidad en Jordania, donde todos
los ciudadanos pueden encontrarse y aprender. El que hayan hecho venir a Londres estudiantes
de Belén y de los Territorios Ocupados representa ya una cierta apertura para ellos.
Esperamos que el Occidente, Londres y Europa sean más concientes de nuestra verdadera
situación y que cada uno, según las propias posibilidades, se mueva por una mayor
justicia y paz para todos”.