Irlanda: conclusiones del nuevo informe sobre abusos de menores por miembros de la
Iglesia
Jueves, 14 jul (RV).- A pesar de todos los procedimientos puestos en marcha para asegurar
que la Iglesia sea el lugar más seguro para los jóvenes irlandeses la diócesis de
Cloyne ha fallado y su comportamiento pone en dificultad a todas las demás diócesis
que sí han cumplido. Es la crítica del presidente de la pastoral juvenil de la Conferencia
Episcopal irlandesa, Mons. Donald Mc Keown, entrevistado por nuestra compañera Emer
Mc Carthy, de la sección inglesa de Radio Vaticano.
Tras haberse hecho públicas
ayer las conclusiones de un nuevo informe sobre abusos de menores cometidos por miembros
de la Iglesia en Irlanda, Mons. Mc Keown aseguró que el citado informe critica tanto
a la diócesis de Cloyne como a las autoridades civiles, como por ejemplo a la policía.
En el informe de 400 páginas, fruto de dos años de investigaciones ordenadas por el
gobierno de Dublín, se detallan los hechos referidos a 19 sacerdotes de la diócesis
de Cloyne durante el periodo que abarca de 1996 a 2009. La investigación gubernativa
se inició tras la publicación, en 2008, de otro informe realizado por el Consejo nacional
para la tutela de los niños, creado por la Iglesia católica en Irlanda. En este “se
evidenciaban graves faltas al comunicar las denuncias de los abusos a la policía,
implicando al entonces obispo de Cloyne, Mons, John Magee, que sucesivamente había
dimitido”.
El responsable de la pastoral juvenil irlandesa manifestó que el
informe critica de igual forma a la diócesis de Cloyne como a las autoridades civiles.
“El arzobispo de Cashel, que desde hace dos años y medio es responsable de la administración
de la diócesis de Cloyne, ha reconocido como válidas todas las informaciones proporcionadas
por el trabajo de la comisión y que reconocido que la diócesis de Cloyne no ha puesto
en práctica los procedimientos fijados por la Iglesia irlandesa 15 años atrás”.
Asimismo
Mons. Donald Mc Keown, subraya que el juez responsable del Informe ha resaltado dos
aspectos positivos en favor de la Iglesia: que las denuncias han partido siempre de
la Iglesia y no del Estado y que, si se pusieran en práctica todos los protocolos
existentes al interno de la Iglesia, ésta sería el lugar más seguro para los jóvenes
en el estado irlandés.