Benedicto XVI subraya la importancia de las propuestas educativas y de voluntariado
diocesanos, para formar personas solidarias, abiertas y atentas al malestar espiritual
y material
Sábado, 2 jul (RV).- A última hora de la mañana Benedicto XVI ha recibido en el Aula
Pablo VI del Vaticano a siete mil peregrinos de la diócesis italiana de Altamura-Gravina-Acquaviva
delle Fonti. El grupo encabezado por su obispo Mons. Mario Paciello escuchó el mensaje
del Santo Padre cargado de afecto extensivo a las autoridades civiles, sacerdotes,
religiosos y religiosas; seminaristas y a cada uno de los fieles con un pensamiento
particularmente dirigido a quienes viven situaciones de sufrimiento.
Este encuentro
permitió al Papa compartir un momento del camino sinodal de la Iglesia en Altamura-Gravina-Acquaviva
delle Fonti, evento que dijo el Papa conduce a vivir concretamente la experiencia
de ser “Pueblo de Dios”, Iglesia, comunidad peregrina en la historia hacia su cumplimiento
en Dios.
“La Iglesia no
posee en sí misma el principio vital, sino que depende de Cristo, del cual es signo
e instrumento eficaz. En la relación con el Señor Jesús esto encuentra la propia identidad
más Profunda: ser don de Dios para la humanidad, prolongando la presencia y la obra
de salvación del Hijo por medio del Espíritu Santo. En este horizonte comprendemos
que la Iglesia es esencialmente un misterio de amor al servicio de la humanidad en
vista de su santificación”.
Benedicto XVI recordó que la Constitución
Lumen Gentium subraya que el ser de la Iglesia encuentra su origen y verdadero significado
en la comunión de amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo: la Santísima Trinidad
que no solamente es el modelo sino que genera y plasma a la Iglesia como misterio
de comunión:
“La relación profunda
con Cristo, vivida y alimentada por la Palabra y por la Eucaristía, hace eficaz el
anuncio, motiva el compromiso por la catequesis y anima el testimonio de la Caridad.
Muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo tienen necesidad de encontrar al Señor
o de redescubrir la belleza del Dios cercano, del Dios que en Jesucristo ha mostrado
su rostro de Padre y llama a reconocer el sentido y el valor de la existencia. El
actual momento histórico está marcado por luces y sombras. Asistimos a actitudes
complejas: repliegue en sí mismos, narcisismo, deseo de poseer y de consumir, sentimientos
y afectos desligados de las responsabilidades. Tantas son las causas de este desorientación
que se manifiesta en una insatisfacción existencia, pero al fondo de todo se puede
entrever la negación de la dimensión trascendente del hombre y de la relación fundante
con Dios. Por esto es decisivo que las comunidades cristianas promuevan recorridos
válidos y comprometidos de fe".
Benedicto XVI aludió a la particular atención
que debe ser puesta en el modo de considerar la educación a la vida cristiana para
que cada persona pueda realizar un auténtico camino de fe, a través de las diversas
edades de la vida; un camino –añadió- en el cual como la Virgen María, la persona
acoge profundamente la Palabra de Dios y la pone en práctica, convirtiéndose en testigo
del Evangelio.
Subrayando la importancia y la responsabilidad de la familia
en la educación, recordó que la educación cristiana tiende a hacer que los bautizados
iniciados gradualmente en el conocimiento del misterio de la salvación tomen cada
vez mayor conciencia del don de la fe, que han recibido… se preparen a vivir la propia
vida según el hombre nuevo en la justicia y en la santidad de la verdad. El Papa se
dirigió a los padres de familia de esta manera:
“Queridos padres
de familia, sean los primeros testigos de la fe, no tengan miedo de las dificultades
en medio de las cuales están llamados a realizar su propia misión. No están solos.
La comunidad cristiana está cerca de ustedes y los sostiene. La catequesis acompaña
a sus hijos en su crecimiento humano y espiritual, pero va considerada como una formación
permanente, no limitada a la preparación para recibir los sacramentos. Sepan tomar
siempre fuerza y luz de la Liturgia: la participación en la Celebración eucarística
en el Día del Señor es decisiva para la familia y para la entera Comunidad”.
En
su discurso a los peregrinos reunidos esta mañana en el Aula Pablo VI -provenientes
de la diócesis italiana de Altamura-Gravina-Acquaviva delle Fonti- el Papa dedicó
un apartado especial a los Sacramentos:
“Recordemos siempre
que en los Sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, el Señor Jesús obra por la transformación
de los hombres asimilándolos a Sí. Es gracias al encuentro con Cristo, a la comunión
con Él, que la comunidad cristiana puede testimoniar la comunión abriéndose al servicio,
acogiendo a los pobres y a los últimos, reconociendo el rostro de Dios en el enfermo
y en cada necesitado. Los invito por tanto, partiendo del contacto con el Señor en
la oración cotidiana y sobre todo en la Eucaristía, a valorizar en modo adecuado las
propuestas educativas y los recorridos de voluntariado existentes en la diócesis,
para formar personas solidarias, abiertas y atentas a las situaciones de malestar
espiritual y material. En definitiva, la acción pastoral debe mirar a formar personas
maduras en la fe, para vivir en contextos en los cuales muchas veces Dios es ignorado;
personas coherentes con la fe, para que se lleve a todos los ambientes la luz de Cristo;
personas que viven con gozo la fe, para transmitir la belleza de ser cristianos”.