2011-06-28 13:16:05

‘Ante todo, sacerdote de Cristo': 60 aniversario de la ordenación sacerdotal del Papa


Martes, 28 jun (RV) Mañana, Benedicto XVI cumple 60 años de sacerdocio. «Vocación de amor y para el amor, en la que Cristo me acepta como amigo y puedo hacer que otros lleguen a ser amigos de Cristo». En varias oportunidades, Benedicto XVI ha recordado con profunda emoción el 29 de junio de 1951, día en que junto con su hermano George y otros compañeros, recibió la ordenación sacerdotal en la Catedral de Frisinga. Entre esos entrañables recuerdos del Papa, evocamos hoy lo que dijo, con su acostumbrada y sencilla profundidad, cuando el 16 de enero de 2010, recibió la ciudadanía de honor, de la misma ciudad alemana en cuyo seminario estudió, en años que conocieron el terrible dolor de la guerra y del dominio nazi.

Prosiguiendo el 'camino' de su vida, el Papa se refirió al bello y exigente don de la llamada al ministerio sacerdotal, en ese periodo en que el seminario de Frisinga abrió sus puertas, siendo de hecho, todavía un lazareto para ex prisioneros de guerra. Momento que representaba un viraje en su vida: «estar en el camino al que nos sentíamos llamados. Viéndolo desde la perspectiva de hoy, vivíamos de modo muy "anticuado" y privado de comodidades: estábamos en dormitorios, en salas de estudio, etc., pero éramos felices, no sólo porque habíamos escapado por fin a las miserias y las amenazas de la guerra y del dominio nazi, sino también porque éramos libres y, sobre todo, porque estábamos en el camino al que nos sentíamos llamados»:

RealAudioMP3 «Sabíamos que Cristo era más fuerte que la tiranía, que el poder de la ideología nazi y de sus mecanismos de opresión. Sabíamos que el tiempo y el futuro pertenecen a Cristo, y sabíamos que él nos había llamado y nos necesitaba, que tenía necesidad de nosotros. Sabíamos que la gente de aquellos tiempos cambiados nos esperaba, esperaba sacerdotes que llegaran con un nuevo impulso de fe para construir la casa viva de Dios».

Elevando un pequeño himno de alabanza también al viejo ateneo, del que formó parte, primero como estudiante y después como profesor, Benedicto XVI revivió con especial intensidad el día de su ordenación sacerdotal, destacando algunos inolvidables momentos, que le impulsan en su misión y apostolado, como entonces sentía con sus compañeros, cuando estudiaba teología; pensando - dijo - «que con nuestra labor debía hacerse visible la lógica de la fe como unidad, y, de ese modo, crecer la capacidad de dar razón de nuestra fe, como dice san Pedro (1 P 3, 15), de transmitirla en un tiempo nuevo, en un contexto de nuevos desafíos»:

RealAudioMP3 «Estar postrados en el suelo durante las letanías de los santos. Al estar así postrados, se toma una vez más conciencia de toda nuestra pobreza y uno se pregunta: ¿soy realmente capaz? Y al mismo tiempo resuenan los nombres de todos los santos de la historia y la imploración de los fieles: "Escúchanos; ayúdalos". Así crece la conciencia: sí, soy débil e inadecuado, pero no estoy solo, hay otros conmigo, toda la comunidad de los santos está conmigo, me acompañan y, por lo tanto, puedo recorrer este camino y convertirme en compañero y guía para los demás’».

Luego la imposición de las manos, «con la conciencia de que es el Señor quien impone sus manos sobre mí y dice: me perteneces, no te perteneces simplemente a ti mismo, te quiero, estás a mi servicio; pero también la conciencia de que esta imposición de las manos es una gracia, que no crea sólo obligaciones, sino que por encima de todo es un don, que él está conmigo y que su amor me protege y me acompaña», afirmó Benedicto XVI, evocando otro momento importante:

RealAudioMP3 «Después seguía el viejo rito, en el que el poder de perdonar los pecados se confería en un momento aparte, que comenzaba cuando el obispo decía, con las palabras del Señor: "Ya no os llamo siervos; a vosotros os llamo amigos". Y yo sabía —nosotros sabíamos— que no es sólo una cita de Juan 15, sino una palabra actual que el Señor me está dirigiendo ahora. Él me acepta como amigo; estoy en esta relación de amistad; él me ha otorgado su confianza, y en esta amistad puedo actuar y hacer que otros lleguen a ser amigos de Cristo».

CdM


Mañana el Ayuntamiento de Roma rendirá un homenaje al Santo Padre, en el 60° aniversario de su ministerio sacerdotal


Martes, 28 jun (RV).- Mañana el Ayuntamiento de Roma rendirá un homenaje al Santo Padre, en el 60° aniversario de su ministerio sacerdotal. Y lo hará a través de la “Girándula de Castel Sant’Angelo”, un espectáculo de fuegos artificiales, de gran belleza y sugestión, programado para las diez de la noche en este castillo romano. Al respecto cabe destacar que este año la iniciativa llega a su IV edición, si bien se trata de una antigua manifestación, ideada por Miguel Ángel y reelaborada por el escultor Gian Lorenzo Bernini para recordar el milagro del 29 de agosto del lejano año 590, cuando el Papa Gregorio Magno, dirigiéndose en procesión hasta el castillo, vio al Arcángel Miguel bajo la forma de una luz deslumbrante y, al día siguiente, cesó la peste que afectaba la Ciudad Eterna, por lo que el Mausoleo de Adriano a partir de ese momento, tomó el nombre de “Castel Sant’Angelo”.

Esta manifestación de la girándula es una tradición secular que fue redescubierta desde hace algunos años gracias a la paciente investigación histórico-filológica de Giuseppe Passeri, de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice. De hecho, había sido introducida en la época del Papa Sixto IV, en el año 1481, y recreada cada año el 28 de junio, en la fiesta litúrgica de los Santos Pedro y Pablo, patronos de Roma y de la coronación de cada nuevo Papa. La girándula se realizaba cada año hasta el 1861, en que cayó en el olvido durante más de un siglo.

La característica de la edición de este año reside en la compleja aceleración de los artificios pirotécnicos que en su representación de mañana implicarán cinco puntos estratégico del Castel Sant’Angelo con más de 400 aceleraciones, 600 “candelas romanas” y fuentes de luz que se encenderán en secuencia iluminando el perímetro y dando vida a un espectáculo cuyo elemento escenográfico será soportado por instrumentos de vanguardia que utilizan centrales de ondas radio para su encendido.

A propósito de esta iniciativa del Ayuntamiento de Roma, que desea festejar los sesenta años de la ordenación sacerdotal de Benedicto XVI, recordamos a nuestros oyentes que el sábado pasado -al celebrar un encuentro con los miembros de la Asociación de los “Santos Pedro y Pablo- el mismo Papa, al recibir las felicitaciones, recordó con profunda y entrañable gratitud que es, ante todo, “Sacerdote de Cristo”. En efecto, el Obispo de Roma antes de concluir su alocución, les agradeció sus oraciones y el regalo de una casulla que le ofrecieron por su aniversario, con algunas consideraciones acerca de la sociedad actual, escuchemos:

RealAudioMP3 «Queridos amigos, agradezco también sus felicitaciones y sobre todo sus oraciones en ocasión de mi sexagésimo aniversario de Sacerdocio. El regalo que me han querido ofrecer, una bella casulla, me recuerda que soy siempre, ante todo Sacerdote de Cristo. Y me invita a recordarme de ustedes cuando celebro el Sacrificio redentor ¡Gracias de corazón! En fin, quiero encomendar a todos a la Virgen María, que en vuestra Asociación se venera como Virgo Fidelis ¡Hoy más que nunca hay necesidad de fidelidad! Vivimos en una sociedad que ha perdido este valor. Se exalta mucho la actitud de cambio, la ‘movilidad, ‘la flexibilidad, por motivos económicos y organizativos aun legítimos ¡Pero la cualidad de una relación humana se percibe en la fidelidad! Con la gracia y la ayuda de María, sed pues fieles a Cristo y a la Iglesia, dispuestos a soportar con humildad y paciencia el precio que ello conlleva».

M.F.B.



Viernes, 24 jun (RV).- Benedicto XVI hizo pública una oración que escribió por el aniversario de su ordenación sacerdotal.

Señor,
te damos gracias
porque has abierto tu corazón para nosotros;
porque en tu muerte y en tu resurrección
te has convertido en fuente de vida.
Has que seamos personas vivientes,
vivientes de tu fuente,
y dónanos el poder ser nosotros también fuentes,
capaces de donar a este nuestro tiempo
agua de vida.
Te damos gracias
por la gracia del ministerio sacerdotal.
Señor, bendícenos
y bendice a todos los hombres de este tiempo
que están sedientos y en la búsqueda RealAudioMP3

Amén.

Benedictus PP XVI

1951 – 29 junio – 2011
60° de Ordenacion sacerdotal

Servicio en español Raúl Cabrera








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