Sábado, 11 jun (RV).- “La pasión de Siria”: es el título del editorial para el semanario
Octava Dies del Centro Televisivo Vaticano, a cargo de nuestro director general el
P. Federico Lombardi.
“Son ya meses
que la situación es convulsiva en Siria así como en diversos países del mundo árabe,
pero los eventos sirios son de particular preocupación por el persistir de una violencia
que parece sin salida. Los jesuitas sirios han publicado recientemente un importante
documento, del cual trasluce todo su amor por un país de gran tradición de unidad
en la diversidad, “un mosaico vivo y bello”… Un país en el que hoy se manifiestan
reivindicaciones sociales y políticas que anhelan un mayor nivel de civilización,
pero donde en la actual confusión se ha abierto la puerta a la violencia y se intenta
desencadenar la subversión y la guerra entre las comunidades religiosas, con un gran
riesgo de desintegración de la sociedad… He aquí el motivo de un llamamiento - a todo
nivel- al dialogo, a la libre expresión y a la participación, rechazando la violencia.
Para los cristianos sirios la unidad nacional es condición de vida, y ellos deben
y quieren ser puentes activos para un dialogo nacional autentico y serio. El discurso
del Papa al nuevo embajador de Siria propone de la manera más autorizada el marco
de referencia para este dialogo, fundándolo sobre la dignidad de toda persona… El
Papa habla con claridad de la “necesidad de verdaderas reformas en la vida política,
económica y social”; habla de cambios que no deben realizarse “en términos de intolerancia,
de discriminación o de conflicto, y aun menos de violencia, sino en términos de respeto
de la verdad, de los derechos de las personas y de la colectividad, de la coexistencia,
como también de la reconciliación”… También el Papa insiste sobre el papel constructivo
de los cristianos en la sociedad siria, sobre su relación positiva con los musulmanes
en el recíproco interés por el bien común, pide a las autoridades sirias tener en
cuenta las aspiraciones de la sociedad civil y la insistencia internacional, y amplía
la mirada sobre la necesidad de soluciones globales para los pueblos de Medio Oriente…
Es absolutamente necesario oponerse a la desintegración de la región y al multiplicarse
sin fin de conflictos, que obligan a las poblaciones a huir de un país a otro, de
Irak a Siria, de Siria a Turquía… Es necesario convertirse al dialogo de la reconciliación
y de la paz”.