El Papa invita a los docentes y alumnos de la Universidad Católica del Sagrado Corazón
a dar gracias a Dios por el desarrollo de este ateneo italiano, que ayer celebró su
87ª Jornada nacional
Lunes, 9 may (RV).- Impulsar la humildad y la fuerza de la verdad para construir una
sociedad justa. Indicando las figuras ejemplares de los beatos Juan Pablo II y John
Henry Newman y los profundos lazos que éstos mantuvieron con el mundo universitario
- impulsando la razón y la fe, en la investigación y la contemplación, que culmina
en el encuentro personal con Cristo - Benedicto XVI invita a los docentes y alumnos
de la Universidad Católica del Sagrado Corazón a elevar su agradecimiento a Dios,
por el importante desarrollo de este ateneo italiano, que ayer celebró su 87ª Jornada
nacional.
En un mensaje enviado en su nombre, por el Cardenal Secretario de
Estado, Tarcisio Bertone, el Papa señala que espera con alegría la fecha del 21 de
este mes de mayo, cuando recibirá en audiencia al rector y a la gran familia de este
ateneo de los católicos italianos, fundado el 8 de mayo de hace 90 años.
Citando
el lema elegido para esta jornada, «En el corazón de la realidad», inspirado en una
expresión de su fundador, el Padre Agostino Gemelli, Benedicto XVI señala su importancia
en la acción de todo cristiano y de la comunidad eclesial y, en particular, en lo
que respecta a la universidad, «ámbito en el que, por excelencia se ejerce el estudio
y la investigación, para profundizar el conocimiento de la realidad y prepararse a
actuar en ella».
«Precisamente por este motivo, Su Santidad Benedicto XVI
lleva en su corazón al mundo universitario», reitera el Cardenal Bertone, añadiendo
que ante el notable desarrollo de esta universidad – cinco sedes, 14 facultades y
más de 42 mil alumnos - el Papa «invita a la acción de gracias a Dios, reconociendo
que todo lo alcanzado proviene de su sabiduría y providencia».
«Actitud de
fe que debe animar y acompañar toda verificación sobre el pasado, todo compromiso
en el presente y todo proyecto futuro», reitera el Santo Padre, que luego indica las
figuras ejemplares, que la Iglesia ha elevado al honor de los altares recientemente
y que han tenido estrechos y fructuosos lazos con el mundo universitario. Los beatos
John Henry Newman y Juan Pablo II. En particular, a su amado Predecesor, Benedicto
XVI le encomienda «con particular afecto a los estudiantes». Y recuerda la solicitud
pastoral universitaria del beato Karol Wojtyla, reflejo de su experiencia vivida en
los años de su juventud, como sacerdote y docente.
Luego, a cuantos están
llamados a gobernar y administrar el Ateneo, Benedicto XVI les propone la figura luminosa
del Venerable Giuseppe Toniolo, que será beatificado próximamente, y al que está dedicado
el ente fundador de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, el Intitulo de Estudios
Superiores, «que desde siempre asegura, en estrecha dependencia de la santa Sede,
la orientación de fondo de este Ateneo, en fidelidad a sus orígenes».
El mensaje
asegura que «el Sumo Pontífice se une con gusto a la presidencia de la Conferencia
Episcopal Italiana, subrayando cómo el papel de las universidades y, en particular,
el de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, adquiere particular relieve en
el marco del especial compromiso educativo, que caracteriza las actuales orientaciones
pastorales de la Iglesia en Italia».
«‘Educar a la vida buena del Evangelio’
es una tarea y misión que se puede cumplir de múltiples modos, según los diversos
ámbitos», recuerda el Papa y añade que «ciertamente uno de éstos, con sus específicas
finalidades y métodos es el del mundo universitario, que acoge cada año a miles de
jóvenes, cuya apertura a la Verdad depende, en especial, de la calidad espiritual
y cultural de la propuesta formativa que reciben en las aulas que frecuentan cotidianamente».
Tras
hacer hincapié en que el servicio educativo de la universidad pasa por la seriedad
del trabajo científico, la preparación al estudio metódico y la pasión por la investigación,
la propuesta de los criterios filosóficos fundamentales, concernientes a la visión
de la persona humana y sus relaciones con los demás, con el mundo y con Dios», Benedicto
XVI señala que los jóvenes estudiantes de la Católica se distinguen por su capacidad
de mantener enlazadas la razón y la fe, la investigación racional la contemplación
del misterio revelado en el libro de la naturaleza y en el de la Escritura, pero que
culmina de forma singular en el Logos hecho hombre, Jesucristo».
Recordando
que al Sagrado Corazón de Cristo está dedicada esta Universidad de los católicos italianos,
el Santo Padre concluye su mensaje, reiterando que, precisamente en el corazón de
nuestro Señor, «lo real alcanza su máxima concentración y su trasfiguración», puesto
que en aquel Corazón humano habita toda la plenitud de la divinidad. A partir de una
relación personal con Cristo, reconocido como Verdad capaz de responder plenamente,
aún más, de forma excedente, a las perennes solicitudes del alma humana, todo docente
y todo alumno de este ateneo puede aportar su válida contribución a la construcción
de la sociedad, con la humildad y la fuerza de la verdad».
Junto con su Bendición
Apostólica, concluye el mensaje firmado por el Cardenal Secretario de Estado, el Papa
envía asimismo una contribución destinada a sostener el citado ateneo y sus iniciativas.