En el Ángelus el Papa destaca la necesidad de una relación con Dios, personal y filial,
en espíritu y en verdad
Domingo, 27 marz (RV).- Antes del rezo mariano, Benedicto XVI recordó que este tercer
domingo de Cuaresma se caracteriza por el célebre diálogo de Jesús con la mujer samaritana,
narrado por el Evangelista Juan. La mujer se dirigía todos los días a recoger agua
en un antiguo pozo y un día encontró a Jesús sentado y “cansado por el viaje”. El
cansancio de Jesús - dijo el Papa - es signo de su verdadera humanidad, como un preludio
de la pasión, con la cual Él ha cumplido la obra de nuestra redención.
Reflexionando
sobre el tema de la “sed” de Cristo - que culmina en el grito en la cruz: “Tengo sed”
– Benedicto XVI evocó la sed de Jesús, de la fe de aquella mujer y de la fe de todos
nosotros. Refiriéndose después al símbolo del agua y al sacramento del bautismo, fuente
de vida nueva por la fe en la gracia de Dios, el Papa hizo hincapié en el Espíritu
Santo y en la necesidad de una relación con Dios, personal y filial, “en espíritu
y en verdad”.
Cada uno de nosotros puede identificarse con la mujer samaritana:
Jesús nos espera, especialmente en este tiempo de Cuaresma, para hablar con nuestro
corazón, con mi corazón. Detengámonos un momento en silencio, en nuestro dormitorio,
o en una iglesia, o en un lugar apartado. Escuchemos su voz que nos dice: “si tu conocieras
el don de Dios….” Que la Virgen María nos ayude a que no faltemos a esta cita de
la cual depende nuestra verdadera felicidad
En sus saludos
en distintos idiomas, el Pontífice se dirigió en italiano, en especial, al card. Elio
Sgreccia y a los participantes en el congreso sobre el tema: “Niños no nacidos: honor
y piedad”, sobre el respeto sagrado por los niños abortados. Éstas fueron luego las
palabras de Benedicto XVI en español
Saludo con afecto a los peregrinos
de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular al grupo
del Instituto Sofía Casanova, de Ferrol. En este tercer domingo de Cuaresma, la liturgia
nos presenta el diálogo de Jesús con la samaritana. El Señor ofrece agua de vida que
apaga toda sed; agua que es su mismo Espíritu y se nos comunica en el Bautismo. Os
animo para que en este tiempo, renovando los compromisos de fe, os encontréis con
el Mesías que colma de gracia y verdad, y podáis ofrecer el culto de alabanza que
brota de un discípulo fiel. Feliz domingo