Editorial ‘Octava dies’: “Volver a partir desde el atrio”
Sábado, 26 mar (RV).- “Volver a partir desde el atrio”: es el titulo del editorial
del padre Federico Lombardi, director de nuestra emisora para el informativo semanal
“Octava dies” del Centro Televisivo Vaticano. El tema es el reciente encuentro en
Paris.
“Vosotros queréis
estar juntos para reuniros y hablar de los grandes interrogantes de la existencia
humana”. “Los no creyentes queréis interpelar a los creyentes, exigiéndoles, en particular,
el testimonio de una vida que sea coherente con lo que profesan y rechazando cualquier
desviación de la religión que la haga inhumana… Los creyentes queréis decir que este
tesoro que lleváis dentro merece ser compartido, merece una pregunta, merece que se
reflexione sobre él. La cuestión de Dios no es un peligro para la sociedad, no pone
en peligro la vida humana. La cuestión de Dios no debe estar ausente de los grandes
interrogantes de nuestro tiempo”. “Tenéis mucho que deciros unos a otros. No cerréis
vuestras conciencias a los retos y problemas que tenéis ante vosotros. Estoy profundamente
convencido de que el encuentro entre la realidad de la fe y de la razón permite que
el ser humano se encuentre a sí mismo”. Benedicto XVI se dirige así a creyentes y
no creyentes – sobretodo jóvenes - en dialogo desde la Catedral de Notre Dame de
Paris, con un llamamiento apasionado a la búsqueda común de la vía hacia el Absoluto,
sin miedos y desconfianzas reciprocas. Un mensaje positivo, alentador para destruir
barreras. El Dios conocido en la fe es siempre un Dios misterioso, y sus adoradores
no se sienten de hecho lejos de quien busca verdaderamente un Dios desconocido. Por
eso el Papa invita todos a no tener miedo y a recorrer juntos “el camino hacia un
mundo nuevo”. Un camino fatigoso y “sin atajos”, pero entusiasmante “de libertad,
igualdad y fraternidad”. Palabras de gran esperanza. El Papa Benedicto nos ha dicho
desde el primer día de su pontificado que la cuestión de Dios es la primera de todas.
Y que concierne a todos, sin distinciones y limites. ¿Lograremos profundizarla de
nuevo, juntos? El “Atrio de los gentiles” es un óptimo punto de partida para este
camino.