ONU/Santa Sede: educación y libertad religiosa pueden reforzarse mutuamente
Viernes, 11 mar (RV).- “La educación y la libertad de religión pueden reforzarse mutuamente.
Una presentación adecuada de las distintas creencias puede prevenir los estereotipos
de las creencias de los demás, puede fomentar el diálogo y el respeto de la dignidad
inalienable de cada estudiante, de cada creyente y de cada persona”. Era la conclusión
de Mons. Silvano Tommasi, observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, en su
intervención ante la sesión del Consejo para los Derechos humanos celebrada ayer en
Ginebra en la que se abordó el tema de la libertad religiosa.
Mons. Tommasi
subrayó la importancia y oportunidad del tema del derecho a la libertad religiosa
en el contexto y en relación con la educación. Y en este sentido, tras recordar que
la educación es uno de los pilares sobre los que se construyen los estados modernos,
resaltó que además es un área muy sensible a las transformaciones culturales y demográficas
de la sociedad. El prelado defendió al mismo tiempo la transmisión de una religión
a las nuevas generaciones como un enriquecimiento social digno de ser conservado.
Para
Mons. Tommasi el deber de garantizar una igual protección de los derechos no debe
ser deformada por posiciones ideológicas que consideren una creencia particular como
intolerante y acepten, al mismo tiempo, que un Estado pueda obligar a una religión
a aceptar una doctrina o conducta que esté en contra de sus propias convicciones.
“En este sentido, -ha precisado el prelado- la instrucción pública no debe enfocar
el tema de la religión de forma que produzca un rechazo de los padres.
El observador
permanente se refirió también a la suposición de que la fe debe cambiar con las necesidades
de los tiempos. Para Mons. Tommasi “si bien ciertos condicionamientos históricos pueden
adaptarse a las nuevas circunstancias, por una parte es necesario evitar cualquier
forma de relativismo y por otra las interferencias indebidas en la vida interna de
las comunidades religiosas podrían violar el derecho fundamental a la libertad de
religión”.