2011-02-25 16:38:13

Convenio internacional sobre el agua: “Dame de beber”


Viernes, 25 feb (RV).- El jueves 24 de febrero, quedó inaugurado en Roma el Convenio internacional sobre el agua organizado por Greenaccord, una asociación cultural sin fines de lucro de inspiración cristiana. El secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz, Mons. Mario Toso abrió la jornada de estudio bajo el tema “Dame de beber” con un fuerte llamamiento a la centralidad de la cuestión hídrica para el futuro de la humanidad y para el desarrollo integral de los pueblos explicando que “el derecho al agua promana del derecho primario a la vida y que de ello deriva que el agua tiene tal relevancia social que los Estados no pueden demandar sobre ella la administración privada”.

Mon. Mario Toso, expuso en su intervención que el agua es un derecho universal inalienable. El secretario del dicasterio vaticano destacó que se trata de un bien común y no de una mercancía, por lo que pertenece a todos, por ello dijo “su administración no puede obedecer solo a las razones del mercado ni puede quedar en manos exclusivamente del sector privado, sino que necesita ser sometida a un control democrático y participado que debe ser promovido a través de una ciudadanía activa en confrontación directa con las mismas instituciones públicas”.

En su ponencia el secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz recordó que la demostración del fracaso de las políticas de abastecimiento y distribución del agua inspiradas en un criterio exclusivamente económico y privado, se puede observar en el caso de países como Colombia, Filipinas, Ghana, cuyas capitales están desproveídas de una adecuada red hídrica pública.

Destacó que en estas ciudades el costo del agua abastecida por privados mediante coches cisternas es de tres a seis veces superior al de metrópolis como Nueva York y Londres. “Se llega a la paradoja -denunció- de que los pobres pagan mucho más que los ricos por aquello que debería ser un derecho universal, es decir el acceso al agua potable.

Mons. Toso también se refirió al conflicto dramático y a veces violento destinado a explotar cuando diversas poblaciones hacen uso, para la propia subsistencia, de las mismas reservas hídricas, y recordó que muchos análisis estratégicos al respecto prevén que en un futuro, tras las guerras por el petróleo que han caracterizado los últimos decenios, asistiremos a nuevas guerra por el agua.

El secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz señaló que el estado de salud hídrica del planeta es alarmante, mil millones de personas -citó- no tienen acceso al agua potable segura. Además, debido a los cambios climáticos, a esta enorme cifra podrían añadirse antes del año 2050 más de dos mil millones de individuos. Dijo que según las previsiones, del 5 al 25% de los usos globales de agua dulce probablemente superarán a largo plazo el abastecimiento disponible y por ello aproximadamente la mitad de la población mundial, antes del 2025 estará condenada al deber de afrontar las consecuencias de la escasez del agua.








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