Audiencia general: Benedicto XVI propone el itinerario espiritual de San Juan de la
Cruz con la purificación del alma y los sentidos que libera al hombre de lo que es
contrario a la voluntad de Dios
Miércoles 16 feb (RV).- Benedicto XVI dos semanas después de dedicar la catequesis
de la Audiencia Generala a Santa Teresa de Jesús, hoy ha vuelto a hablar de otro carmelita,
contemporáneo de la santa Española, San Juan de la Cruz. Nació en 1542, y una vez
ordenado sacerdote, de inmediato se unió al proyecto de reforma llevadas a cabo por
el Carmelo de Santa Teresa de Ávila, "para mayor gloria de Dios."
"Doctor
de teología mística o espiritual," es uno de los más grandes poetas líricos españoles.
Sus obras “La subida del Monte Carmelo”, “La Noche Oscura”, “Cántico Espiritual” y
“La Llama de amor viva” muestran un camino para purificar el alma a través de la acción
misteriosa del Espíritu Santo hasta la unión de amor con Dios.
La purificación
comienza por la de los sentidos mismos y continúa con la de intención, la de la memoria
y la de la voluntad, que se obtiene por la fe, la única medida de Dios, la esperanza
pura y el amor que levanta el alma hacia Dios. ¡Sólo Dios purifica! El hombre debe
cooperar en liberarse de lo que es contrario a la voluntad de Dios, y se prepara para
compartir con su generosidad.
San Juan de la Cruz, campeón del Amor divino,
nos exhorta a tomar el camino de la purificación de nuestro corazón y de nuestra vida
para volver a encontrar la luz de Cristo más allá de nuestras oscuridades humanas.
La santidad no es privilegio de unos pocos, sino que es la vocación a la que todo
cristiano está llamado.
Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho
el Santo Padre para los peregrinos de nuestra lengua presentes en el Aula Pablo VI:
Queridos
hermanos y hermanas:
San Juan de la Cruz, nacido en una familia pobre,
ingresó como carmelita en Medina del Campo, siendo ordenado sacerdote al terminar
sus estudios en la Universidad de Salamanca. Colaboró estrechamente con santa Teresa
de Jesús en la reforma del Carmelo, lo que le supuso muchos sufrimientos, llegando
incluso a ser encarcelado. Mientras se preparaba para ir a México, enfermó gravemente
y murió, dando un ejemplo de serenidad y paciencia en medio de sus dolores. En sus
libros, como “Subida del Monte Carmelo”, “Noche Oscura”, “Cántico Espiritual” o “Llama
de amor viva”, de gran profundidad mística, nos propone un itinerario espiritual para
alcanzar la santidad. Para llegar a la unión de amor con Dios hay que purificarse
de todo afecto desordenado. Pero este proceso, aunque exige la colaboración del hombre,
es obra de Dios, ya que el ser humano por sus propias fuerzas es incapaz de realizarlo.
En cambio, mediante la fe, esperanza y caridad, se dispone a la acción de Dios, amándolo
con el mismo amor con que Él lo ama.
Saludo cordialmente a los fieles
de lengua española. En particular, a las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, así
como a los peregrinos de España, México y otros países latinoamericanos. Siguiendo
las enseñanzas de san Juan de la Cruz, os exhorto a que recorráis el camino hacia
la santidad, a la que el Señor os ha llamado con el bautismo, abriendo vuestro corazón
al amor de Dios y dejándoos transformar y purificar por su gracia. Muchas gracias.
De
los saludos del Papa a los diversos grupos de peregrinos destacamos el dirigido en
su idioma a los numerosos polacos, a quienes les ha recordado que San Juan de la Cruz
enseña que toda nuestra vida es “un camino hacia el encuentro con Cristo”. Por esta
razón les ha dicho que “debemos ver en su luz todas nuestras alegrías y preocupaciones,
toda nuestra existencia, abriendo los corazones a la acción de su gracia, a fin de
que estemos cada vez más unidos a Él”. Porque como ha dicho Benedicto XVI antes de
bendecirlos “en este camino”, “la santidad no es un privilegio de pocos, sino que
es la vocación de todo cristiano”.
Al saludar a los peregrinos checos el Obispo
de Roma ha dado su cordial bienvenida a un grupo de Sacerdotes y jóvenes ministrantes
de Praga y sus alrededores, que viajaron en peregrinación a Roma para rezar al Señor
por las nuevas vocaciones sacerdotales.
Por último, al dar su cordial bienvenida
a los peregrinos italianos, Su Santidad ha saludado a los participantes en el Capítulo
general de los Clérigos Marianos de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada
Virgen María, a quienes les ha deseado que continúen “con generosidad su servicio
a Cristo y a la Iglesia, siguiendo fielmente el camino trazado por su venerado Fundador”.
De la misma manera, el Papa ha saludado con afecto a las Misioneras de la Caridad
a quienes les ha agradecido el gozoso testimonio cristiano que realizan en los diversos
Continentes, siguiendo las huellas de su inolvidable Fundadora, la beata Madre Teresa
de Calcuta.
A esta audiencia general también han asistido los coordinadores
regionales del Apostolado del mar -reunidos con ocasión del congreso organizado por
el Pontificio Consejo para la Pastoral de los emigrantes e itinerantes- a quienes
Benedicto XVI ha animado a “individuar adecuadas respuestas pastorales ante los problemas
de los marítimos y de sus familias”. Y, además, saludando a los representantes del
Crédito Cooperativo de Viterbo, a quienes ha deseado que “el centenario de la fundación
de este Instituto bancario suscite cada vez un mayor empeño al servicio de las auténticas
necesidades sociales”.
Como siempre el Santo Padre antes de concluir la audiencia
se ha dirigido a los jóvenes a los enfermos ya los recién casados. Vosotros, queridos
jóvenes, dejad espacio en vuestro corazón a Jesús y difundid su alegría y su paz.
Vosotros, queridos enfermos, ofreced al Señor vuestros momentos de prueba para que
se abran las puertas de los corazones al anuncio del Evangelio. Y a vosotros, queridos
recién casados, sed siempre testigos del amor de Cristo, que os llama a realizar un
común proyecto de vida.