Benedicto XVI destaca las raíces cristianas de Europa, la importancia de la libertad
religiosa y el anhelo de la Iglesia católica de desarrollar sus actividades en beneficio
de toda la sociedad austriaca
Jueves, 3 feb (RV).- El Santo Padre ha recibido esta mañana al nuevo embajador de
la República de Austria y, con su cordial bienvenida, ha deseado que se sigan desarrollando
las buenas relaciones existentes entre la Santa Sede y esta amada nación, que tuvo
la alegría de visitar, cuando peregrinó al santuario mariano de Mariazell, hace cuatro
años.
Destacando su aprecio por el pueblo de Austria y su larga tradición
de convivencia pacífica entre los miembros de diferentes religiones y culturas, Benedicto
XVI ha destacado una vez más las raíces cristianas de Europa y la importancia de la
libertad religiosa, junto con el anhelo de que la Iglesia católica pueda desarrollar
sus actividades en beneficio de toda la sociedad. No sólo en lo que respecta a las
obras de caridad, sino también en todos los ámbitos de la convivencia civil.
El
Pontífice ha hecho hincapié en la construcción de la llamada ‘casa común europea’,
recordando el papel del cristianismo en la civilización y la cultura del Viejo Continente.
En particular, el Papa se ha referido a la preocupación de la Santa Sede en lo que
respecta a la institución familiar, invitando a impulsar una ponderada política que
tutele a la familia, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, en el respeto
de la dignidad de la vida humana en todas sus etapas.