En la 58ª “Jornada mundial de los enfermos de lepra” se invita a “Unir nuestros esfuerzos
para expresar mejor la Justicia y el amor a los enfermos de lepra”.
Domingo, 30 ene (RV).- Con motivo de celebrarse hoy la 58ª “Jornada mundial de los
enfermos de lepra” Mons. Zigmunt Zimowski, Presidente del Pontificio Consejo para
los Agentes Sanitarios ha escrito un mensaje que lleva por título “Unir nuestros esfuerzos
para expresar mejor la Justicia y el amor a los enfermos de lepra”. En este mensaje
el prelado exhorta a reforzar el compromiso para asegurar a las personas afectadas
por el morbo de Hansen un diagnóstico rápido y la posibilidad de acceso a la cura
del mismo, con la mirada puesta en una deseada reinserción social y laboral.
La
prioridad es asegurar a los enfermos de lepra la posibilidad de una diagnosis precoz
y el acceso a los servicios sanitarios, favoreciendo la reinserción social y laboral
de las personas curadas pero ya mutiladas, por medio de una difundida y capilar acción
educativa cerca de la comunidad de la que forman parte, para alejar el prejuicio y
favorecer la acogida. En su mensaje para la 58ª Jornada mundial de lucha a la lepra
el arzobispo Zimowski llama la atención sobre las condiciones de millones de personas
afectadas en el mundo por el morbo de Hansen, una patología cuya carga letal ha sido
reducida por eficaces fármacos, pero que “continúa provocando sufrimiento, menoscabo
y exclusión social”.
Evidenciando esta condición de marginación casi incurable,
el presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios ha recordado el mensaje
del Papa en ocasión de la XXV Conferencia Internacional del dicasterio vaticano, del
pasado noviembre, titulada “Caritas in veritate. Por un cuidado de la salud equitativo
y humano”. En ese mensaje el Santo Padre observa como “en nuestra época asistimos,
por una parte, a una atención a la salud que corre el riesgo de transformarse en consumismo
farmacológico, médico y quirúrgico, convirtiéndose casi en un culto del cuerpo y,
por la otra, a las dificultades de millones de personas para acceder a condiciones
de subsistencia mínimas y a medicamentos indispensables para curarse”.
Un
desajuste intolerable que requiere la urgencia de una distribución más equitativa
de los recursos para curarse: “También en el campo de la salud – subraya mons. Zimowski
citando de nuevo al Papa – “es importante instaurar una verdadera justicia distributiva
que garantice tratamientos adecuados a todos, basándose en las necesidades objetivas”.
En efecto, para que no llegue a ser inhumano, “el mundo de la salud no puede eludir
las reglas morales que deben gobernarlo”, más bien debe acoger al hombre reconociendo
en él la imagen divina, que,“funda la altísima dignidad de toda persona y suscita
en cada uno la exigencia del respeto, del cuidado y del servicio”.
En la vigilia
de la Jornada dedicada a la lucha contra la lepra, el prelado ha querido recordar
la contribución de tantos en la iglesia que han gastado su vida por sostener a las
víctimas del morbo de Hansen: el cardenal canadiense, Paul Emile Leger, al sacerdote
belga, San Damián de Veuster, al Beato polaco, Jan Beyzym, a los misioneros que en
el mundo gestionan más de 500 leproserías. Finalmente da las gracias a la Fundación
Raul Follerau y a todos los agentes de la salud, de la sociedad, de la política y
de la información comprometidos en la cura de los enfermos de lepra.