Benedicto XVI subraya la necesidad de que todos los cristianos trabajen juntos, “con
confianza y mutua aceptación para servir a la causa de la paz y la justicia”
Viernes, 28 ene (RV).- “Todos los cristianos deben trabajar juntos, con confianza
y aceptación mutua para servir a la causa de la paz y la justicia”. Con estas palabras
Benedicto XVI se ha dirigido a los miembros de la Comisión Mixta Internacional para
el Diálogo Teológico entre la Iglesia Católica y las Iglesias Ortodoxas a quienes
ha recibido esta mañana en audiencia. En su discurso el Santo Padre ha recordado que
muchos de los presentes procedían de regiones donde “individuos y comunidades cristianas
se enfrentan a pruebas y dificultades que son motivo de profunda preocupación para
todos nosotros”.
“Que la intercesión y el ejemplo de los numerosos santos
y mártires, que dieron un valeroso testimonio de Cristo en todas nuestras iglesias,
os sostengan y fortalezcan a vosotros y a vuestras comunidades”.
El Pontífice
ha explicado brevemente la labor de esta Comisión Mixta, que en una primera fase del
diálogo de 2003 a 2009 elaboró el documento titulado “Naturaleza, Constitución y Misión
de la Iglesia”, un documento que subraya aspectos fundamentales de los principios
eclesiales compartidos. En este sentido el Papa ha mostrado su agradecimiento porque
después de casi mil quinientos años de separación se haya podido alcanzar un acuerdo
sobre la naturaleza sacramental de la Iglesia, sobre la sucesión apostólica en el
servicio sacerdotal y sobre la necesidad apremiante de dar testimonio del Evangelio
de Jesucristo en el mundo.
El Pontífice se ha referido también a la segunda
fase de esta Comisión, en la que se ha reflexionado desde una perspectiva histórica
sobre las formas en las que las iglesias han expresado su comunión a lo largo del
tiempo. “Durante el encuentro de esta semana – les ha dicho Benedicto XVI- habéis
estudiado en profundidad la comunión y la comunicación que ha existido entre las Iglesias
hasta la mitad del siglo V de la historia cristiana, así como el papel desempeñado
por el monacato en la vida de la iglesia primitiva”.
“Esperamos que vuestra
reflexión teológica conduzca a nuestras iglesias no sólo a comprendernos más recíprocamente,
sino a continuar con resolución nuestro viaje hacia la plena comunión a la que estamos
llamados por deseo de Cristo”.