En el primer aniversario del devastador terremoto Benedicto XVI expresa su deseo de
que el pueblo de Haití «sea el protagonista de su historia actual y de su porvenir»,
con la ayuda internacional
Miércoles, 12 ene (RV).- Con ocasión del primer aniversario del terrible terremoto
que enlutó a Haití, Benedicto XVI ha enviado a esta amada nación al cardenal Robert
Sarah, presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, que ha llevado un mensaje del Papa
y ayuda económica a la población afectada tan gravemente hace un año.
Manifestando
su «profunda cercanía a los queridos haitianos» y asegurando su «oración, en especial
por los fallecidos, el Papa desea hacer llegar asimismo una palabra de esperanza,
en las circunstancias presentes, particularmente difíciles». En efecto, añade el mensaje
de Benedicto XVI «ahora es el tiempo de reconstruir, no sólo las estructuras materiales,
sino sobre todo la convivencia civil, social y religiosa».
«Deseo que el pueblo
haitiano sea el primer protagonista de su historia actual y de su porvenir, contando
también con la ayuda internacional, que ya ha brindado signos de gran generosidad
por medio de una ayuda económica y de los voluntarios llegados de todo el mundo»,
escribe el Santo Padre, añadiendo que ha enviado al cardenal Robert Sarah, presidente
del Pontificio Consejo Cor Unum, para que lo represente y sea portador del aliento
y cariño del Papa.
«Encomendando a la intercesión de Nuestra Señora del Perpetuo
Socorro, Patrona de Haití, con la seguridad de que, desde lo alto del cielo, no permanecerá
indiferente a las oraciones de este pueblo», Benedicto XVI termina su mensaje implorando
la bendición de Dios sobre todos los haitianos.
Precisamente, en este primer
aniversario del devastador terremoto que asoló Haití dejando 250 mil muertos - entre
ellos, el Arzobispo de Puerto Príncipe, Mons. Joseph Serge Miot - el Santo Padre ha
nombrado a los nuevos Pastores de esta Iglesia tan duramente probada. El nuevo Arzobispo
de Puerto Príncipe es Mons. Guire Poulard y el nuevo Obispo auxiliar es mons. Glandas
Marie Erick Toussaint.
También, en un conmovedor mensaje, con ocasión de este
primer aniversario del terremoto, los miembros de la Confederación Caritas Internationalis
conjuntamente con Caritas Haití, expresan su solidaridad a todas las víctimas de esta
tragedia, al tiempo que reafirman su fe en un mejor futuro para el pueblo haitiano
al que desean seguir ayudando, pero con una “caridad inventiva”, que ayude a la construcción
de una nueva sociedad.
Rememorando el terrible 12 de enero pasado, la familia
de Caritas recuerda la conmoción internacional que causó el seísmo. “Todos los haitianos
socorrieron a sus hermanos, y hermanos de todo el mundo llegaron a ayudar a este pueblo
mártir”. “Lloramos a muchos muertos y desaparecidos”. Pero el peor dolor - dicen -,
“no ha sido tanto el terremoto”, como “la pobreza escandalosa, los abusos de los derechos
sociales de los más débiles, la ignorancia, la irresponsabilidad. Esta situación se
suma a nuestro sufrimiento”.
Tras pedirle al Señor, “con toda nuestra fe,
que acoja a los difuntos”, Caritas asegura que seguirá atendiendo a aquellos que se
han visto obligados a vivir en condiciones indignas. Con la esperanza de “un futuro
diferente para el pueblo haitiano, que ayude a cambiar las cosas, Caritas, explica
que seguirá luchando contra la pobreza contribuyendo a la construcción de un mundo
más humano para Haití.
“Con esta fe que nos compromete y esta esperanza que
se concreta”, la gran familia de Caritas está trabajando con generosidad en los diez
departamentos del país, para aliviar el sufrimiento provocado por esta crisis a la
que se ha añadido ahora la epidemia del cólera. Caritas está convencida de que es
posible lograr un mundo diferente en Haití, un mundo sin hambre, sin analfabetismo;
un mundo que ofrezca un techo para todos. “Todavía hace falta mucha determinación,
contribuir a la pastoral social de la Iglesia católica hermana de Haití que ha tomado
la opción de acompañar al pueblo haitiano”.