Un nuevo capítulo en el compromiso en favor de la libertad religiosa en el mundo

Martes, 11 ene (RV).- Buscar el camino de una paz auténtica a través del respeto de la libertad religiosa. Este fue el urgente llamamiento dirigido por Benedicto XVI a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, recibidos ayer en el Vaticano en ocasión del tradicional encuentro para las felicitaciones a principios de año.

Hablando a los embajadores, el Papa subrayó la “innegable e irreprimible dimensión religiosa de la fe en el ser y en el obrar del hombre” y condenó con fuerza la violencia fundamentalista y “los atentados que han sembrado la muerte, el dolor y la angustia entre los cristianos” en las pequeñas comunidades de las Iglesias cristianas de Oriente, África y Asia.

El Pontífice puso también en guardia a los fieles ante otros tipos de amenazas como son los tentativos, especialmente en Occidente, de marginar la religión, “considerándola como un factor sin importancia, extraño a la sociedad moderna o incluso desestabilizador”. Sobre el discurso del Papa al Cuerpo Diplomático, oigamos la reflexión de nuestro director, el padre Federico Lombardi.

Ha suscitado un vasto debate el denso discurso del Papa al Cuerpo diplomático. Entre los diplomáticos presentes en la Sala Regia, recogimos las impresiones del nuevo embajador de los EE.UU. ante la Santa Sede, Miguel Díaz.

Relacionado con los insistentes ataques a las comunidades cristianas, la Comisión Europea celebrará varias reuniones la próxima semana para estudiar cómo promover la libertad de culto y la protección de las minorías religiosas, ante el aumento de la violencia contra los cristianos en Oriente Medio. Fuentes comunitarias informaron que el colegio de comisarios europeos celebrará un debate sobre este asunto, basándose en un documento que será preparado en una reunión previa al máximo nivel. A la reunión en Bruselas asistirá el gabinete del comisario italiano Antonio Tajani, quien ha solicitado la celebración del debate, así como el equipo del presidente de la Comisión, José Manuel Barroso y la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.