En el Ángelus el Papa recuerda a la población de Haití, saluda al grupo de parlamentarios
italianos y a los fieles coptos presentes y anima a todos los fieles a redescubrir
la belleza de ser bautizados
Domingo, 09 ene (RV).- El Santo Padre tras concluir la Celebración Eucarística en
la Capilla Sixtina, durante la cual administró el Sacramento del Bautismo a 21 niños,
dirigió a mediodía el rezo mariano del ángelus dominical, en el que participaron varios
miles de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países reunidos en la Plaza
de San Pedro, donde aún se puede admirar el pesebre monumental que el Papa ofrece
a la Cristiandad, con el majestuoso árbol de Navidad decorado a su lado.
Después
de rezar el ángelus, Benedicto XVI, refiriéndose al amado pueblo haitiano, dijo:
En
el contexto de la oración mariana, deseo reservar un recuerdo particular a la población
de Haití, a un año del terrible terremoto, al que, lamentablemente, siguió también
una grave epidemia de cólera. El Cardenal Robert Sarah, Presidente del Consejo pontificio
Cor Unum, viaja hoy a la isla caribeña, para expresar mi constante cercanía y la de
toda la Iglesia
A continuación
el Obispo de Roma saludó al grupo de Parlamentarios italianos presentes en la Plaza
de San Pedro, a quienes les agradeció su empeño, compartido con otros colegas, a favor
de la libertad religiosa. Y junto a ellos el Papa también saludó a los fieles coptos
que participaron en esta cita dominical, a quienes les renovó su cercanía.
En
su alocución previa a la antífona mariana, el Obispo de Roma recordó que la Iglesia
celebra hoy el Bautismo del Señor, fiesta que concluye el tiempo litúrgico de la Navidad.
Y añadió textualmente: Este misterio de la vida de Cristo muestra visiblemente
que su venida en la carne es el acto sublime de amor de las Tres Personas divinas.
Podemos decir que de este solemne acontecimiento la acción creadora, redentora y santificadora
de la Santísima Trinidad será cada vez más puesto de manifiesto en la misión pública
de Jesús, en su enseñanza, en los milagros, en su pasión, muerte y resurrección
Y añadió que
no es casual, en efecto, que cada bautizado adquiera el “carácter de hijo a partir
del nombre cristiano”, signo inconfundible que el Espíritu Santo hace nacer “de nuevo”
al hombre del seno de la Iglesia. Al respecto el Papa recordó que el beato Antonio
Rosmini afirma que el bautizado es objeto de “una secreta pero potentísima operación”,
por la cual es elevado al orden sobrenatural, siendo puesto en “comunicación con Dios”.
“Todo esto –dijo Benedicto XVI– se ha verificado esta mañana, durante la celebración
eucarística en la Capilla Sixtina, donde he administrado el sacramento del Bautismo
a 21 recién nacidos.
El Pontífice agregó que “el Bautismo es el inicio de la
vida espiritual, que encuentra su plenitud por medio de la Iglesia”. Porque en la
“hora propicia del Sacramento, mientras la Comunidad eclesial ora y encomienda a Dios
a un nuevo hijo, los padres y los padrinos se empeñan por acoger al recién bautizado
sosteniéndolo en la formación y en la educación cristiana”. “¡Ésta es una gran responsabilidad
–exclamó el Papa– que deriva de un gran don! Por esta razón, deseo animar a todos
los fieles a redescubrir la belleza de ser bautizados y a dar gozoso testimonio de
su propia fe, a fin de que genere frutos de bien y de concordia”.
Todo esto
el Santo Padre lo pidió por intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Auxilio
de los cristianos, a quien encomendó a los padres que se están preparando para el
Bautismo de sus niños, así como también a los catequistas. Y concluyó manifestando
su deseo de “¡que toda la comunidad participe en la alegría del renacimiento del agua
y del Espíritu Santo!”
Al saludar a los numerosos peregrinos procedentes de
América Latina y de España, el Papa dijo:
Saludo con afecto a los peregrinos
de lengua española. En este domingo, que sigue a la Fiesta de la Epifanía, celebramos
el Bautismo del Señor, concluyendo así el tiempo litúrgico de la Navidad. El Padre
manifiesta en el Jordán a Jesús, como su Hijo amado, ungido por el Espíritu, revelando
también así el misterio del nuevo bautismo por el que llegamos a ser en verdad hijos
suyos. Que la intercesión de la Santísima Virgen María os ayude a ser imagen de aquel
que hemos conocido semejante a nosotros en la carne y renueve en todos la vocación
a la santidad a la que se está llamado por el bautismo. Feliz domingo