Familias Victoriosas: las reuniones familiares una experiencia inolvidable
Jueves, 06 ene (RV).- El mundo de hoy vive
en un movimiento vertiginoso impresionante que no permite que la familia encuentre
momentos de compartir profundo, ya la televisión, el computador, el celular, los amigos,
las múltiples actividades y un sinfín de distracciones llevan a la familia a vivir
como islas aún dentro de la misma casa. Se requiere con urgencia que la familia tome
decisiones que le permitan un acercamiento y un compartir profundo donde se exprese
el amor, donde los sentimientos se compartan, donde se ore y se lea la Palabra de
Dios y donde se repose el alma. Como dice nuestro Pontífice Benedicto XVI, “ la familia
es insustituible para la serenidad personal y para la educación de los hijos”. Te
invitamos en este momento a que integres a tu dinámica familiar un espacio de compartir
periódico, a través de una reunión familiar donde se fortalezcan los lazos de fraternidad,
de perdón y de amor. Las reuniones familiares son espacios de una a dos horas
en donde nos encontramos como núcleo familiar, alejados de las actividades rutinarias
como ver televisión, navegar en internet, escuchar música o entretenernos con juegos
electrónicos. Proponemos que una vez a la semana se convoque a una reunión en donde
asistan, libremente, los miembros de la familia. Se designa un coordinador para cada
reunión, esta coordinación se va rotando entre los miembros de la familia para que
todos participen. El coordinador se encarga de organizar la reunión y de animar
a los miembros de la familia. Puede utilizar su creatividad para recordar la reunión
y para incluir en el desarrollo de la misma elementos sencillos, divertidos y novedosos. De
acuerdo con el día y la hora señalados, se da comienzo puntual a la reunión con un
saludo efusivo, una oración basada en un texto de la Palabra de Dios, se comparte
lo que el Espíritu Santo inspira sobre el texto y luego con alguna dinámica que sirva
para romper el hielo y generar un ambiente de confianza se trabaja el tema central,
que puede ser propuesto por el coordinador o sugerido por el grupo. Se comenta entre
todos y se sacan algunas conclusiones. A continuación se hace una oración espontánea
en familia, dando gracias y pidiendo por las intenciones personales y familiares.
Finalmente, se comparte un refrigerio o una cena. ¿Qué temas se pueden tratar en
las reuniones? Se trata de compartir la vida cotidiana y de conocerse mutuamente
cada vez. Así es que los temas pueden ser muy variados. Actividades diarias de
cada uno. Qué novedades hay en el colegio, en la universidad, en el trabajo. Proyectos,
sueños o ideales personales y/o familiares. Juegos y dinámicas de integración y
diversión. Temas de crecimiento personal, profesional, espiritual. Dificultades
por las que se esté atravesando. Oración, lectura de la Palabra de Dios. En
todas las reuniones es muy importante escoger una forma de servir a otras personas,
visitar enfermos, llamar a algunos familiares, llevar un mercado a otros, aportar
en la parroquia, orar por los misioneros o cualquier otra forma de servicio.
Cuando
vayas a hacer la reunión: Toma la iniciativa, fija la fecha y la hora de la primera
reunión e invita a los miembros de la familia para realizarla. Comienza con los
que lleguen a la reunión, no te vayas a desanimar. Si llegan pocos, así sea uno, realiza
la reunión como si estuvieran todos. Comienza con un tema sencillo y práctico,
como por ejemplo los proyectos y los sueños de cada uno. Al finalizar, pregúntales
cómo se sintieron, entre todos pónganse de acuerdo sobre la frecuencia de las reuniones
y asignen los coordinadores correspondientes. Con esta oportunidad de encuentro
te vas a dar cuenta que este espacio es privilegiado y muy bendecido por Dios porque
es un momento donde se comparte la vida, se crece en la fe y en el conocimiento de
la Palabra de Dios que es un alimento especial y además conoces muchas más realidades
de tu familia y pueden juntos construir proyectos de servicio a otros, lo que hace
que toda la familia se dinamice y cumpla su misión como familia misionera. Si deseas
comunicarte con nosotros, nos puedes escribir al correo: Familiasvictoriosas01@gmail.com Producción
y Locución Esposos Humberto Díaz e Isabel Botía