Arzobispo de San Salvador considera justa la petición de los ocupantes de la catedral
pero pide su desalojo
Miércoles, 05 ene (RV).- La catedral de San Salvador continúa tomada por un grupo
de lisiados de la guerra civil (1980-1992), tras 16 días de protesta para exigir un
aumento en su pensión y su incorporación al sistema de pensiones de padres de ex guerrilleros
y ex militares muertos en el conflicto. El secretario de la Asociación Salvadoreña
de Lisiados y Discapacitados de Guerra, Pedro Ortega dijo a la prensa que la protesta
continuará "por tiempo indefinido" hasta recibir una "respuesta positiva del presidente"
del país, Mauricio Funes.
Por su parte, la Conferencia Episcopal de El Salvador
hizo público un comunicado en el que expresa sentirse "conmovida" por "la pobreza
y el desvalimiento de los padres de los ex combatientes muertos durante el conflicto
armado" y pidió al Gobierno abrir el diálogo con este grupo de personas. No obstante,
los prelados reiteraron su exigencia de la "entrega inmediata de la catedral" y pidieron
que "nunca se repitan las tomas de templos, pues existen otros medios y espacios más
apropiados para exigir el cumplimiento de los propios derechos".
Unas 40 personas,
entre ellas unos 20 ancianos, permanecen desde el pasado 20 de diciembre en el templo
y en la calle al frente de la iglesia, donde han colocado pancartas, sillas y un toldo
que los protege del sol, mientras reciben agua, comida y hasta atención médica de
parte de voluntarios. Según los organismos humanitarios, la guerra civil salvadoreña
causó 75.000 muertos, 8.000 desaparecidos y dejó 12.000 lisiados, entre los que se
encuentran ex guerrilleros, ex integrantes del Ejército y civiles.
El Arzobispo
de San Salvador, José Luis Escobar Alas reconoció, en una entrevista con Alina Tufani
Díaz, que la reivindicación que piden los ocupantes de la catedral es justa, mas no
lo es el modo, considerando que un templo es sagrado y que los fieles no han podido
asistir a las celebraciones litúrgicas de la Navidad.
TEXTO
DEL COMUNICADO COMUNICADO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE EL SALVADOR
«EL
TEMPLO ES UN LUGAR SAGRADO»
Los Obispos de El Salvador al inicio del
nuevo año felicitamos a todos los salvadoreños augurándoles toda clase de bendiciones
de Dios; deseamos sea este un año de fraternidad y de paz para todos. En nuestra condición
de Pastores nos preocupa grandemente la toma de la Catedral de San Salvador, la cual
está ocupada desde el 20 de diciembre, impidiéndose de esa manera los oficios litúrgicos
de la Navidad y las demás celebraciones religiosas. Ante tal situación expresamos
lo siguiente:
En conformidad con la Doctrina Social de la Iglesia. Reiteramos
nuestra profunda preocupación y nuestro compromiso por el bien de todos y, de modo
especial, por las personas más pobres y necesitadas. La Iglesia se solidariza con
el que sufre y está siempre a favor del diálogo sincero y constructivo que contribuya
a la justicia y la armonía social.
Nos conmueve ver la pobreza y el
desvalimiento de los padres de los excombatientes muertos durante el conflicto armado
y la situación de los lisiados de guerra. Por tanto, pedimos al Gobierno que se abra
el diálogo necesario con las personas antes mencionadas a fin de llegar a un acuerdo
justo.
Pero por otra parte, como ya lo expresaron los anteriores Arzobispos:
Mons. Romero, Mons. Rivera y Mons. Sáenz, cuando en su oportunidad fue tomada la Catedral;
aunque de distintas maneras, todos ellos manifestaron su total desacuerdo ante tales
tomas por tratarse de una grave falta de respeto al templo, el cual es sagrado. Ciertamente,
la toma de un templo es siempre un acto sacrílego y no se justifica.
Además,
es injusto vulnerar los derechos de otras personas para exigir que se nos cumplan
nuestros propios derechos. El derecho a la libertad de culto es un derecho fundamental
de la persona humana, como lo afirma el Papa Benedicto XVI en su Mensaje para la Jornada
Mundial de la Paz de este 1º de enero, “…entre los derechos y libertades fundamentales
enraizados en la dignidad de la persona, la libertad religiosa goza de un estatuto
especial” (Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz de 2011, Nº 5). La toma de un templo
vulnera el derecho inalienable de las personas de dar culto a Dios.
Como
Pastores de la Iglesia exigimos la entrega inmediata de la Catedral de San Salvador
y pedimos que nunca se repitan “las tomas de templos”, como sucedió en el pasado,
pues existen otros medios y espacios más apropiados para exigir el cumplimiento de
los propios derechos.
Dado en San Salvador, el 1º de enero, solemnidad
de Santa María Madre de Dios, del año 2011.