Cercanía y condolencias del Papa en las exequias del arzobispo Juan Bulaitis, nuncio
y generoso servidor de la Iglesia también en lugares difíciles
Martes, 28 dic (RV).- Trasmitiendo la especial cercanía y las condolencias del Papa,
el cardenal Secretario de Estado de Benedicto XVI presidió, ayer, la Santa Misa exequial
por el alma del arzobispo y nuncio apostólico, monseñor Juan Bulaitis, en la Iglesia
de San Esteban de los Abisinios, en el Vaticano. En su homilía, el cardenal Tarcisio
Bertone destacó el constante testimonio de comunión con Cristo de este prelado, que
había nacido en Londres en 1933, de padres de origen lituano.
Tras recordar
que monseñor Juan Bulaitis -que había recibido la ordenación sacerdotal en 1958- se
entregó, a lo largo de toda su vida, «al servicio de la Iglesia para anunciar el gran
misterio de la redención, también en lugares difíciles», el cardenal Bertone evocó
la larga carrera diplomática que monseñor Bulaitis desarrolló infatigable y generosamente
al servicio de la Santa Sede, en las representaciones pontificias en Corea, Chile,
Panamá, Kenya, Sudán, Congo, Chad, República Centroafricana e Irán. Siendo luego Nuncio
Apostólico en Mongolia y en Albania.
Haciendo hincapié en la coincidencia del
nombre de monseñor Juan Bulaitis, con la fiesta de ayer del santo Evangelista, el
cardenal Bertone señaló que «se puede decir que el prelado fallecido amó profundamente
al Señor y entregó todas sus energías a disposición del Reino de Dios, con el anhelo
de que se pueda propagar en cada rincón del mundo».
El cardenal Secretario
de Estado de Benedicto XVI concluyó su homilía encomendando el alma de monseñor Bulaitis
«al Señor de la vida, que sigue impulsando el camino de la Iglesia, con sus dones
resplandecientes e inmortales, y a la Virgen María de quien era tan devoto este hermano,
e invocando sobre él la divina misericordia y la paz eterna».