Obispos colombianos llaman a la solidaridad con los damnificados por las lluvias

Martes, 21 dic (RV).- Los obispos colombianos han dedicado su mensaje de Navidad a la necesidad de la caridad y la solidaridad en el país, sobre todo con los damnificados del invierno cuyas intensas lluvias han causado muerte y destrucción en varias regiones del país, pero también invitan a orar por la liberación pronta de todas las personas secuestradas en este país. En el mensaje firmado por monseñor Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, los prelados señalan que no se puede “olvidar a los dos millones de colombianos que están sufriendo a causa de las inundaciones y derrumbes, en un invierno de proporciones que no se había presentado hace muchos años".

En efecto, el director del Secretariado Nacional de Pastoral Social monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria explicó que hasta el momento la Iglesia colombiana ha brindado apoyo a 3.957 familias en 22 regiones de Colombia, al tiempo que se han recibido cerca de dos mil millones de pesos en aportes e iniciativas para desarrollar proyectos en varias zonas del país. Monseñor Henao precisó que el invierno ha afectado al 60% de las 76 jurisdicciones eclesiásticas de la nación y agradeció el aporte solidario de entidades como la Caritas Alemana y la Cancillería de ese país, a través de proyectos que representan el equivalente a 500 mil euros para ayudar a los miles de damnificados que han perdido sus viviendas, cultivos y animales.

Una de las zonas afectadas fue el norte caribeño de Colombia, donde se encuentra la diócesis de Sincelejo, cuyo obispo monseñor Nel Beltrán Santamaría ha recorrido las parroquias y comunidades más apartadas y afectadas por las inundaciones. Pese a las grandes dificultades que estás poblaciones están atravesando, monseñor Beltrán nutre la esperanza de que estos eventos naturales reiterados no sigan siendo tratados como emergencias sino con proyectos más a largo plazo, tal como lo comentó a Alina Tufani Díaz al ser interpelado sobre la situación actual.