2010-12-18 14:55:00

Benedicto XVI reitera la importancia y significativa labor de la Biblioteca Apostólica Vaticana para la Iglesia universal


Sábado, 18 dic. (RV).- El Santo Padre XVI ha visitado esta mañana la Biblioteca Apostólica Vaticana, que luego de un largo período de restauración fue reinaugurada el pasado mes de septiembre ofreciendo nuevos espacios y nuevos servicios, sobre todo en el área informática, que facilitan la consulta y la investigación de los usuarios, además de sistemas de seguridad para los grandes archivos y tesoros que allí se conservan. Esta no es la primera vez que Benedicto XVI visita esta estructura, precisamente lo hizo poco antes del comienzo de los trabajos, en junio de 2007.

El Santo Padre ha iniciado su recorrido hacia las 11 de la mañana siendo acogido por los miembros del Consejo de la Biblioteca, encabezados por el cardenal Raffaele Farina. Ya en la entrada del edificio, tras una oración inicial le han sido presentados los distintos trabajos que se realizaron en toda la estructura, para luego iniciar a recorrer cada una de las áreas y grandes salones donde el Papa ha podido compartir con los numerosos empleados de la biblioteca. Al concluir su visita Benedicto XVI ha reiterado la importancia y la significativa labor de esta institución para la Sede Apostólica y la Iglesia universal y ha impartido su bendición apostólica.

El origen de la Biblioteca Apostólica Vaticana se remonta al siglo IV, período en el cual el archivo de documentos y textos se conservaban en el llamado Scrinium de la Iglesia Romana. No fue sino hasta el siglo VIII, durante el pontificado de Adriano I que se instituyó la figura del Bibliotecario de la Iglesia Romana. Para el siglo XIII muchos volúmenes de la biblioteca estaban dispersos entre las distintas sedes pontificias de Perugia, Asís y Aviñon por lo que el Papa Juan XXII la reconstituyó y se enriqueció aún más con el regreso de los Papas a la sede de Roma.

El inicio de la historia moderna de la Biblioteca se coloca con el pontificado de Nicoló V quien hacia el año1450 decidió abrir, a la consulta de los estudiosos, los códigos latinos, griegos y hebreos, cuya colección había sido ampliada notablemente. Hoy por hoy los investigadores pueden consultar un patrimonio de más de 150 mil manuscritos, un millón de libros, 300 mil monedas y medallas y más de 100 mil estampas e incisiones.








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