2010-12-17 15:11:34

Benedicto XVI agradece la donación del abeto a los habitantes del Subtirol y les invita a testimoniar los valores de la vida, del amor y de la paz que la Navidad nos propone cada año


Viernes, 17 dic (RV).- Benedicto XVI ha recibido a la comunidad de Bressanone que este año ha regalado al Santo Padre el árbol de Navidad que viene instalado tradicionalmente en la plaza de san Pedro, al lado mismo del belén. Este año el abeto rojo, de 34 metros de altura, llega de los bosques de la región italiana de Alto Adige, y es un don natalicio que el Vaticano ha recibido junto a otros 50 abetos de menor envergadura provenientes también de los bosques de Luson. Este abeto, que creció a unos 1.500 metros de altitud y que fue talado sin causar daño a la vida del bosque, permanecerá junto al Belén hasta el término de las festividades natalicias para ser admirado por numerosos peregrinos y turistas procedentes de todas partes del mundo, como “significativo símbolo de la luz que Cristo, con su nacimiento, ha traído a la humanidad”.

El Papa ha saludado a todos los presentes, la mayoría vestidos con atuendos típicos tiroleses y ha agradecido a las parroquias de Bressanone y Luson “esta manifestación de afecto al Papa”. “Espero -ha dicho el Pontífice- que esta iniciativa generosa lleve a todos los habitantes del Subtirol a testimoniar en su ámbito personal aquellos valores de la vida, del amor y de la paz que la Navidad nos propone cada año”.

Tras recordar que el Mesías se hizo hombre y vino entre nosotros para disipar las tinieblas del error y del pecado, realizando de modo insuperable “la condescendencia de Dios” el Pontífice ha afirmado que “tener fe en Él significa acoger en sí mismos la luz que es Jesucristo”. Y añadió que el árbol de Navidad enriquece el valor simbólico del pesebre, que es un mensaje de fraternidad y de amistad; una invitación a la unidad y a la paz; una invitación a hacer lugar, en nuestra vida y en la sociedad, a Dios, que nos ofrece su amor omnipotente a través de la frágil figura de un Niño, porque quiere que a su amor respondamos libremente con nuestro amor”.

“El pesebre y el árbol –concluyó diciendo el Papa– traen, por tanto, un mensaje de esperanza y de amor; y ayudan a crear el clima propicio para vivir en la justa dimensión espiritual y religiosa el misterio de la Nacimiento del Redentor.







All the contents on this site are copyrighted ©.