2010-12-08 14:47:13

El Papa participa espiritualmente en la alegría de la comunidad lauretana por la celebración del X aniversario del Centro Juvenil Juan Pablo II


Martes, 7 dic (RV).- Benedicto XVI participa espiritualmente en la alegría de la comunidad lauretana por la celebración del X aniversario de la creación del Centro Juvenil Juan Pablo II, cerca de Loreto, animándolos a continuar en su compromiso en la pastoral juvenil y dándole gracias al Señor por la valiosa actividad del centro, que en este decenio, se ha convertido en un punto de referencia para múltiples e importantes iniciativas que han visto como protagonistas a los jóvenes.

El mensaje, firmado por el cardenal Secretario de Estado Tarcisio Bertone, en nombre del Papa, fue leído esta tarde por el arzobispo prelado de Loreto y delegado Pontificio del santuario, Monseñor Giovanni Tonucci durante la celebración de este aniversario en la sede del centro que se encuentra en Piana de Montorso, cercano al Santuario de Loreto.

En la misiva se recuerda que durante el Encuentro Internacional Juvenil que tuvo lugar en 1995, en Loreto, el Papa Juan Pablo II se dirigió a los miles de jóvenes provenientes de toda Europa indicándoles que la Santa Casa, de la Familia de Nazaret, era su casa. Fue de esa experiencia que nació la idea de crear un centro permanente de acogida para los numerosos jóvenes peregrinos que visitan el Santuario, pero sobretodo, se proponía ser, bajo la amorosa mirada de la Madre de Dios, un lugar de encuentro y de diálogo entre la comunidad cristiana y las nuevas generaciones.

“Cuantos se dirigen en peregrinación al Santuario de la Santa Casa –se lee en el mensaje- llegan cargados de su propio bagaje existencial para presentar a la Virgen lauretana las propias aspiraciones, las esperanzas de bien, y también, las desilusiones y las inquietudes. Depositan sus corazones a los pies de maría Santísima y esperan de Ella una respuesta”. Entre todos estos fieles, se encuentran muchos jóvenes que encuentran hospitalidad en el Centro Juan Pablo II donde pueden vivir la placentera experiencia de no estar solos y de poder compartir con los demás en un verdadero evento de gracia.

En el mensaje del Papa se reconoce que a través de estos encuentros muchos jóvenes han podido cumplir un itinerario de maduración humana y espiritual, especialmente en un momento de la existencia, que como bien sabemos, comporta turbaciones y momentos difíciles de superar, como la búsqueda del sentido de la vida y las necesidad de profundizar y hacer crecer las motivaciones de la fe.

La misiva concluye expresando el deseo de que cada joven pueda encontrar personalmente a Jesús y ver en el Crucifijo Viviente la verdadera paz. El Santo Padre confía el Centro Juvenil Juan Pablo II a la intercesión de la Santa Virgen de Loreto e imparte, a todos los que allí trabajan y cuantos lo visitan, su bendición apostólica.







All the contents on this site are copyrighted ©.