El cardenal Bertone exhorta a los cristianos de Kazajistan a ser “artífices de encuentro,
de reconciliación y de paz”
Sábado, 4 dic (RV).- El cardenal secretario de estado de Su Santidad, Tarcisio Bertone
se encuentra en Kazajistán donde hoy ha celebrado la Santa Misa en la Catedral de
San José en Karaganda. El purpurado ha comenzado su homilía haciéndose intérprete
de los sentimientos de Benedicto XVI, que por medio de él, ha enviado una especial
bendición. Y tras los saludos de rigor el cardenal Bertone ha recordado especialmente
la construcción de la Catedral de San José edificada por los fieles en 1978, durante
el periodo soviético, evocando a aquellas personas que fueron testigos de la fe, en
aquel periodo oscuro de sufrimiento y de persecución.
Reflexionando en su homilía
sobre los textos del segundo domingo de Adviento - tiempo litúrgico que nos prepara
a la fiesta de Navidad, memoria de la Encarnación de Cristo en la historia - el cardenal
Bertone ha recordado que “celebrando la Eucaristía, proclamamos en efecto, que Él
no se ha retirado del mundo y no nos ha dejado solos, y, si no lo podemos ver y tocar
como ocurre con las realidad materiales y sensibles, Él de todas formas está con nosotros
y entre nosotros.
Haciendo hincapié en el Evangelio de este segundo domingo
de Adviento, que nos prepara para la venida del Salvador, el cardenal Bertone ha destacado
que Juan el Bautista llama a cada uno de nosotros a la conversión, a cambiar de mentalidad.
Ante una mentalidad materialista, individualista y hedonista, ante los desafíos y
circunstancias de la vida cotidiana el purpurado ha reiterado que “en realidad, lo
invisible es más grande y vale más que todo lo visible. Para experimentar esta verdad,
es necesario cambiar de mentalidad, superar la ilusión de que el hombre tenga solamente
una dimensión horizontal, visible, y convertirnos en sensibles y atentos respecto
a su dimensión vertical, de lo invisible; al contrario, considerarlo, más importante
de todo aquello que nos asalta de forma prepotente todos los días”.
Refiriéndose
luego a la segunda lectura, la parte final de la Carta a los Romanos, que hace un
llamamiento a la acogida fraterna, el cardenal Bertone ha subrayado que “Jesús se
ha hecho servidor de los judíos con su encarnación en un pueblo, en una historia,
en una cultura precisa. Así el cristiano debe integrase en el ambiente social en el
que vive, en una realidad posiblemente difícil, dando testimonio del amor de Dios.
A este respecto el cardenal Secretario de Estado de Su Santidad ha pedido a los fieles,
que han participado en la celebración Eucarística, que testimonien la caridad, que
les alimenta en la Mesa eucarística, en el amor fraterno y en el servicio a los pobres,
a los enfermos a los excluidos. Y ha exhortado a ser “artífices de encuentro, de
reconciliación y de paz entre personas y grupos diferentes, cultivando el auténtico
diálogo, para que surja siempre la verdad”.
El cardenal Bertone ha finalizado
su homilía aludiendo a la fiesta de Navidad y manifestando que el Señor viene para
salvarnos y, en la medida en que, en la fe le abrimos a él nuestros corazones, podemos
tener la certeza de salvarnos verdaderamente. Es decir, de obtener la alegría, la
paz y la plenitud del amor y de contribuir, con la gracia de Dios, a la transformación
positiva del mundo. Y ha concluido pidiendo a la Virgen María, Madre nuestra, que
ayude a estos sus hijos a comprometerse generosamente en el testimonio de su fe, para
que el Evangelio de Jesús sea conocido y vivido.