Pesar de Benedicto XVI por la ordenación de un obispo chino sin el mandato apostólico,
“una dolorosa herida para la comunión eclesial y una grave violación de la disciplina
católica”
Miércoles, 24 nov (RV).- La oficina de prensa de la Santa Sede ha publicado hoy un
comunicado respecto a la ordenación el pasado 20 de noviembre del padre José Guo Jincai.
El Santo Padre, señala la nota, “ha recibido la noticia con profundo pesar, porque
dicha ordenación sacerdotal fue conferida sin ningún mandato apostólico, y por tanto
representa una dolorosa herida para la comunión eclesial y una grave violación de
la disciplina católica”. Se indica además que en los últimos días, algunos obispos
han sufrido restricciones a su propia libertad de movimientos con el objetivo de forzarles
a participar y a conferir la ordenación episcopal. “Tales presiones, cumplidas por
las autoridades gubernamentales chinas, constituyen una grave violación de la libertad
de religión y de conciencia”.
La Santa Sede se reserva valorar la validez de
los hechos y la posición canónica de los obispos afectados. En todo caso, todo ello
repercute dolorosamente, en primer lugar sobre el reverendo José Guo Jincai, que a
causa de la ordenación episcopal, se encuentra en una gravísima condición canónica
frente a la Iglesia en China y la Iglesia Universal, exponiéndose, entre otras cosas,
a graves sanciones. Pero al mismo tiempo, ordenaciones como ésta no ayudan tampoco
a los católicos de Chengde, que quedan expuestos, en condiciones delicadas y difíciles,
incluso bajo el perfil canónico, y humillados ante las autoridades civiles chinas
porque les imponen un pastor que no está en plena comunión ni con el Santo Padre ni
con los otros obispos esparcidos en el mundo.
Ya otras veces, se recuerda
en este comunicado de prensa, durante el corriente año, la Santa Sede ha comunicado
con claridad a las autoridades chinas su propia oposición a la ordenación episcopal
del reverendo José Guo Jincai. A pesar de ello, han decidido proceder unilateralmente,
en detrimento del clima de respeto. “Semejante pretensión, de ponerse por encima de
los obispos y de guiar la vida de la comunidad eclesial, no corresponde a la doctrina
católica, ofende al Santo Padre, a la Iglesia en China y a la Iglesia Universal, y
vuelve más intrincadas las dificultades pastorales existentes”, señala la nota.
Se
recuerda además que el Papa Benedicto XVI, en una carta de 2007, expresaba la disponibilidad
de la Santa Sede a un diálogo respetuoso y constructivo con las autoridades de la
República Popular China, al fin de superar las dificultades y normalizar las relaciones.
Al reafirmar tal disponibilidad, la Santa Sede constata con aflicción que las autoridades
dejan a la dirigencia de la Asociación Patriótica Católica China -bajo la influenza
del Sr. Liu Bainian- asumir actitudes que dañan gravemente a la Iglesia católica y
obstaculizan dicho diálogo.