2010-11-24 15:24:17

Pesar de Benedicto XVI por la ordenación de un obispo chino sin el mandato apostólico, “una dolorosa herida para la comunión eclesial y una grave violación de la disciplina católica”


Miércoles, 24 nov (RV).- La oficina de prensa de la Santa Sede ha publicado hoy un comunicado respecto a la ordenación el pasado 20 de noviembre del padre José Guo Jincai. El Santo Padre, señala la nota, “ha recibido la noticia con profundo pesar, porque dicha ordenación sacerdotal fue conferida sin ningún mandato apostólico, y por tanto representa una dolorosa herida para la comunión eclesial y una grave violación de la disciplina católica”. Se indica además que en los últimos días, algunos obispos han sufrido restricciones a su propia libertad de movimientos con el objetivo de forzarles a participar y a conferir la ordenación episcopal. “Tales presiones, cumplidas por las autoridades gubernamentales chinas, constituyen una grave violación de la libertad de religión y de conciencia”.

La Santa Sede se reserva valorar la validez de los hechos y la posición canónica de los obispos afectados. En todo caso, todo ello repercute dolorosamente, en primer lugar sobre el reverendo José Guo Jincai, que a causa de la ordenación episcopal, se encuentra en una gravísima condición canónica frente a la Iglesia en China y la Iglesia Universal, exponiéndose, entre otras cosas, a graves sanciones. Pero al mismo tiempo, ordenaciones como ésta no ayudan tampoco a los católicos de Chengde, que quedan expuestos, en condiciones delicadas y difíciles, incluso bajo el perfil canónico, y humillados ante las autoridades civiles chinas porque les imponen un pastor que no está en plena comunión ni con el Santo Padre ni con los otros obispos esparcidos en el mundo.

Ya otras veces, se recuerda en este comunicado de prensa, durante el corriente año, la Santa Sede ha comunicado con claridad a las autoridades chinas su propia oposición a la ordenación episcopal del reverendo José Guo Jincai. A pesar de ello, han decidido proceder unilateralmente, en detrimento del clima de respeto. “Semejante pretensión, de ponerse por encima de los obispos y de guiar la vida de la comunidad eclesial, no corresponde a la doctrina católica, ofende al Santo Padre, a la Iglesia en China y a la Iglesia Universal, y vuelve más intrincadas las dificultades pastorales existentes”, señala la nota.

Se recuerda además que el Papa Benedicto XVI, en una carta de 2007, expresaba la disponibilidad de la Santa Sede a un diálogo respetuoso y constructivo con las autoridades de la República Popular China, al fin de superar las dificultades y normalizar las relaciones. Al reafirmar tal disponibilidad, la Santa Sede constata con aflicción que las autoridades dejan a la dirigencia de la Asociación Patriótica Católica China -bajo la influenza del Sr. Liu Bainian- asumir actitudes que dañan gravemente a la Iglesia católica y obstaculizan dicho diálogo.







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