El Papa expresa su cercanía a los pueblos de Indonesia y de Benín, trágicamente asolados
por calamidades naturales, con un llamamiento a la comunidad internacional.
Miércoles, 27 oct (RV).- En su audiencia general de hoy, Benedicto XVI ha expresado
su cercanía a los pueblos de Indonesia y de Benín, trágicamente asolados por calamidades
naturales, con un apremiante llamamiento a la comunidad internacional:
“En
las últimas horas, un nuevo terrible tsunami se ha abatido sobre las costas de Indonesia,
afectada también por una erupción volcánica, provocando numerosos muertos y dispersos.
A los familiares de las víctimas expreso mi más vivo pesar por la pérdida de sus seres
queridos y a toda la población indonesia aseguro mi cercanía y mi oración"
Además,
estoy cercano a la querida población de Benin, afectada por continuos aluviones, que
han dejado a muchas personas sin techo y en precarias situaciones higiénico-sanitarias.
Por las víctimas y por la entera nación invoco la bendición y el consuelo del Señor.
A la comunidad internacional pido que se prodigue para suministrar la ayuda necesaria
y para aliviar las penas de cuantos sufren por estas devastaciones”.
Dedicando
su catequesis a santa Brígida de Suecia - y recordando que el Venerable Siervo de
Dios Juan Pablo II la proclamó copatrona de Europa - Benedicto XVI ha invitado a invocar
la poderosa intercesión de esta santa, para que impulse a los cristianos a la unidad
plena y al testimonio de sus raíces en el viejo continente y en todo el mundo. Una
vez más, el Papa ha reiterado la importancia y dignidad de la figura femenina en la
Iglesia y en la sociedad. En particular, Benedicto XVI ha destacado la actualidad
del mensaje de «esta santa mujer, que tiene aún mucho que enseñar, también hoy, a
la Iglesia y al mundo».
Como es tradicional, Benedicto XVI ha resumido también
en nuestra lengua la catequesis que había pronunciado en italiano. Éstas han sido
las palabras del Santo Padre en español:
Queridos hermanos y hermanas: Está
mañana quiero presentaros la figura y el mensaje de Santa Brígida, nacida en Suecia
en mil trecientos tres. Se distinguen dos períodos en su vida: El primero se caracteriza
por su condición de mujer felizmente casada y dedicada a la educación de sus ocho
hijos. Se inició entonces al estudio de la Sagrada Escritura y adoptó como norma de
vida, junto con su esposo, la Regla de los Terciarios franciscanos. En ese tiempo,
practicó también generosamente las obras de caridad con los necesitados y fundó un
hospital. Peregrinó así mismo a Santiago de Compostela. A la muerte de su esposo,
inicia el segundo período de su vida, en el que sin acceder a la consagración religiosa,
profundizó su unión con el Señor por medio de la oración y la penitencia, lo que le
llevó a distribuir sus propios bienes entre los pobres. Se establece, por un tiempo,
junto al monasterio cisterciense de Alvastra, donde tienen inicio las revelaciones
divinas, que la acompañan hasta el final de su vida y en las que contemplará el amor
infinito de Dios para con los hombres. Muere en Roma en mil trecientos setenta y tres.
Fue canonizada por Bonifacio IX
Saludo
cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a las Religiosas Carmelitas
Misioneras Teresianas; a los miembros de la Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza,
de Andújar; al grupo de la parroquia de Nuestra Señora del Rescate, de Ujarrás, en
Costa Rica, así como a los demás grupos provenientes de España, México y otros países
latinoamericanos. Invito a todos a llevar una intensa vida de oración, a ejemplo de
Santa Brígida de Suecia, copatrona de Europa. Muchas gracias
De
los numerosos saludos del Papa a los diversos grupos de peregrinos que se dieron cita
esta mañana en la plaza de San Pedro, se encuentra aquel dirigido a los polacos, a
quienes les recordó que mañana celebraremos la fiesta de los santos Simón y Judas
Tadeo, Apóstoles, de quienes la tradición refiere su ministerio en diversos países
y de la muerte por martirio sufrido en Persia. Tras destacar que a san Judas Tadeo
se lo conoce como mediador en los problemas difíciles, considerados “sin esperanza”,
les deseó que su estadía en Roma sea para ellos una ocasión para dar gracias por el
patrimonio de la fe transmitido por los Apóstoles.
Después de dirigirse a
los fieles croatas, checos, eslovacos, húngaros y rumanos, Benedicto XVI saludó en
lengua rusa recordando que la figura y el mensaje espiritual de santa Brígida de Suecia
testimonia que el cristianismo “ha permeado profundamente la vida de todos los pueblos
del Continente Europeo”. Y deseó que su ejemplo e intercesión acompañen a estos peregrinos
rusos.
Al dar su cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana, en
particular a los fieles de la diócesis de Sulmona-Valva acompañados por su Obispo,
Mons. Angelo Spina -quienes con esta peregrinación a Roma han querido darle las gracias
al Papa por su visita del pasado mes de julio- Benedicto XVI aprovechó para agradecerles,
una vez más, el afecto con que lo acogieron en aquella oportunidad, y les manifestó
su deseo de que de ese encuentro surja en su comunidad diocesana “una renovada y generosa
adhesión a Cristo y a su Iglesia”.
El Obispo de Roma también saludó a los
participantes en la peregrinación organizada por las Religiosas de la Preciosísima
Sangre, guiados por el Arzobispo de Vercelli, Mons. Enrico Masseroni, con motivo de
la beatificación de Alfonsa Clerici. Siguiendo el ejemplo de la nueva Beata, Benedicto
XVI exhortó a cada uno de ellos “a proseguir en el empeño del testimonio evangélico”.
De la misma manera Su Santidad se dirigió a los representantes del Grupo de
oración “Virgen Peregrina de Schoenstatt” de la localidad italiana de Sant’Angelo
de Alife, acompañados por su Pastor, Mons. Valentino Di Cerbo, a quienes les aseguró
su oración para que “refuerce en cada uno el firme deseo de anunciar a todos a Jesucristo,
único Salvador del mundo”.
Tras saludar a las Religiosas de la Orden del Santísimo
Salvador y Santa Brígida –conocidas como “Brigidinas”– reunidas con ocasión de su
Capítulo general y por el cual el Papa dijo que reza al Señor “para que de esta asamblea
broten generosos propósitos de vida evangélica para el entero Instituto”; el Santo
Padre concluyó con un pensamiento para los jóvenes, enfermos y recién casados que
participaron en esta audiencia general.
A todos ellos el Obispo de Roma les
recordó que mañana celebraremos la fiesta de los santos Apóstoles Simón y Judas Tadeo.
Por esta razón manifestó el deseo de que su glorioso testimonio los sostenga para
“responder generosamente a la llamada del Señor”.