2010-10-15 15:40:31

Benedicto XVI propone un modelo de desarrollo inspirado en la solidaridad y dirigido al bien común, para salir de la actual crisis global


Viernes, 15 oct (RV).- Benedicto XVI propone un modelo de desarrollo inspirado en la solidaridad y dirigido al bien común, para salir de la actual crisis global. En su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Alimentación, que tiene lugar mañana el Papa subraya que esta celebración anual representa una ocasión para que la FAO trace un balance general de los objetivos conseguidos para garantizar el alimento diario a millones de nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo.

El mensaje del Santo Padre ha sido leído esta mañana por Mons. Renato Volante, Observador permanente de la Santa Sede ante la FAO, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en Roma. En el mismo, el Pontífice señala que la celebración de mañana representa también una ocasión para resaltar las dificultades que surgen cuando la solidaridad decae. “Demasiado a menudo, -escribe Benedicto XVI- la atención se desvía de las necesidades de la población y no se pone el suficiente énfasis sobre el trabajo en los campos, con la consiguiente desprotección de la tierra. El resultado final es el desequilibrio económico y que se ignoren los derechos inalienables y la dignidad del ser humano”.

El tema de la Jornada Mundial de la Alimentación de este año: “Unidos contra el Hambre”, es una oportunidad para recordar que todos tienen que asumir el compromiso de dar al sector agrícola su adecuada importancia. Cada cual –desde los individuos hasta las organizaciones de la sociedad civil, los Estados o las instituciones internacionales- deben dar prioridad a uno de los objetivos más urgentes para la familia humana: la erradicación del hambre.

Y para lograrlo –agrega el Pontífice– es necesario asegurarse no sólo de que haya suficientes alimentos, sino también de que todos tengan acceso diario a los mismos: ello conlleva la promoción de los recursos e infraestructuras necesarias para sostener la producción y la distribución a una escala suficiente que garantice plenamente el derecho a la alimentación.

El Santo Padre recuerda también la necesidad de iniciativas concretas inspiradas en la caridad y la verdad, capaces de superar los obstáculos naturales vinculados a los ciclos de las estaciones o a las condiciones ambientales, así como los obstáculos interpuestos por el hombre. “La caridad, practicada a la luz de la verdad, puede poner fin a las divisiones y los conflictos, para que los bienes de la tierra puedan pasar entre los pueblos en un intercambio intenso y continuo”.

En este sentido el Papa elogia como importante paso adelante la reciente decisión de la comunidad internacional de proteger el derecho al acceso al agua, un derecho que la FAO siempre ha considerado esencial para la alimentación, las labores agrícolas y la conservación de la naturaleza.

“Si la comunidad internacional se une verdaderamente contra el hambre, la pobreza se superará a través de un auténtico desarrollo humano, basado en la idea de la persona como una unidad de cuerpo, alma y espíritu”. Hoy, sin embargo, -lamenta Benedicto XVI- hay una tendencia a limitar la visión del desarrollo a una que satisfaga las necesidades materiales de la persona, especialmente a través del acceso a la tecnología. Sin embargo el verdadero desarrollo no es simplemente una función de lo que una persona "tiene", también debe abrazar los valores más altos de la fraternidad, la solidaridad y el bien común”.








All the contents on this site are copyrighted ©.