Jueves, 14 oct (RV).- Mientras ayer en la Ciudad del Vaticano, Benedicto XVI volvía
a expresar su cercanía y encomendaba a «la divina bondad de Cristo con esperanza a
los mineros de la región de Atacama, en Chile», en este país se vivió «una jornada
de Pascua». Lo anuncia la Conferencia Episcopal de Chile, señalado que la palabra
«Dios» se pronunció con fuerza en el campamento Esperanza, desde cuando los primeros
mineros eran sacados a la superficie y se reencontraban con sus familiares. La señal
de la cruz en la frente y la oración agradecida marcaron, desde la madrugada, día
cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.
En distintos puntos de Chile se realizaron
vigilias de oración que concluyeron con el rescate del último minero. Un pueblo agradecido
y emocionado siguió al detalle la operación de rescate denominada «San Lorenzo», en
homenaje al diácono y mártir, patrono de los mineros. La gratitud a Dios se plasmó
con especial transparencia en las palabras de los familiares, de las autoridades,
y de los propios mineros cuando iban siendo izados a la superficie. Los obispos
de Chile habían invitado a las comunidades a mantenerse en oración y a dar gracias
al Dios de la vida por este momento pascual del que todos han sido testigos.