Los obispos de Ecuador instan a conservar la calma y huir de la confrontación
Viernes, 1 oct (RV).- El gobierno de Ecuador busca hoy a los responsables de la sublevación
policial que desembocó ayer en el secuestro durante varias horas del presidente, Rafael
Correa, quien ha apuntado como instigador al ex mandatario Lucio Gutiérrez. Inmediatamente
después de su liberación, en un operativo militar en el que murieron al menos dos
agentes, Correa anunció "una profunda depuración de la Policía Nacional" y afirmó
que "no habrá perdón ni olvido" para lo que definió como "un intento de golpe de Estado".
Para
llegar a la solución de la crisis, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana hace un urgente
llamamiento a todos los ecuatorianos, para que conserven la serenidad y asuman la
paz social, y no la confrontación. “Reconozcamos -señalan los prelados de Ecuador-
que las violencias causan trastornos sumamente dañinos y duraderos, causantes de perjuicios,
a veces irreversibles, a la respetabilidad de las instituciones democráticas, a la
vida y posesiones de los ciudadanos, a la solidez del sistema social”.
Los
obispos ecuatorianos piden “a los sectores que se han sentido perjudicados, especialmente
a los policías y militares, que se reintegren a su honrosa función de guardianes del
Estado de Derecho, único marco posible de la vida democrática”, y que no abandonen
el cauce legal para expresar sus quejas y reivindicaciones. Piden también al Gobierno
y a la Asamblea Nacional que, lejos de imponer sus decisiones en forma unilateral,
se abran a un auténtico proceso de diálogo, que lleve a una convivencia constructiva
y concertada. Solamente un diálogo asiduo, audaz y constructivo, podrá llevarnos a
un mejor Ecuador.