Audiencia general: el Papa exhorta a orar intensamente por la consolidación de la
paz y concordia entre los bautizados
Miércoles, 22 sep (RV).- Benedicto XVI se trasladó esta mañana en helicóptero desde
las Villas Pontificias de Castelgandolfo hasta la Ciudad del Vaticano, para celebrar
a las 10,30 la tradicional audiencia general de los miércoles, que tuvo lugar en la
plaza de San Pedro ante la presencia de varios miles de fieles y peregrinos de numerosos
países. A mediodía el Papa regresó a esta localidad de la región italiana del Lacio,
a unos 30 km al sur de Roma.
En el ámbito de los trabajos de la Comisión Mixta
Internacional para el Diálogo Teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa
que se celebra en Viena, el Pontífice exhortó a orar intensamente por la paz y concordia
entre los bautizados:
«En esta semana se desarrolla en Viena la reunión plenaria
de la Comisión Mixta Internacional para el Diálogo Teológico entre la Iglesia católica
y la Iglesia ortodoxa en su conjunto. El tema de la fase actual de estudio es el papel
del Obispo de Roma en la comunión de la Iglesia universal, con referencia particular
al primer milenio de la historia cristiana. La obediencia a la voluntad del Señor
Jesús, y la consideración de los grandes desafíos que hoy se presentan al cristianismo,
nos obligan a empeñarnos seriamente en la causa del restablecimiento de la plena comunión
entre las Iglesias. Exhorto a todos a orar intensamente por los trabajos de la Comisión
y por el continuo desarrollo y consolidación de la paz y concordia entre los bautizados,
a fin de que podamos dar al mundo un testimonio evangélico cada vez más auténtico».
En
su encuentro con los numerosos fieles que participaron en la audiencia general de
esta mañana Benedicto XVI evocó su visita apostólica y oficial al Reino Unido, que
concluyó el domingo pasado y cuyo recuerdo conservará siempre en su corazón. Con
el lema de este viaje, que ha calificado de histórico, y que el que había elegido
el beato Newman para su escudo cardenalicio, el Papa ha ido recorriendo «las cuatro
intensas y bellísimas jornadas» que transcurrió «en esa noble tierra, en la que tuvo
la gran alegría de hablar al corazón de los habitantes del Reino Unido, y en la que
ellos le hablaron al suyo, en especial con su presencia y su testimonio de fe».
Recordando
que en la Nunciatura Apostólica en Londres encontró a algunas víctimas de abusos
por parte de exponentes del clero y de religiosos, Benedicto XVI ha afirmado que fue
«un momento intenso de conmoción y de oración». Y se ha referido también al encuentro
que mantuvo con un grupo de profesionales y voluntarios responsables de la protección
de los menores y de los jóvenes en los ambientes eclesiales. «Aspecto particularmente
importante y presente en el compromiso pastoral de la Iglesia», ha señalado el Papa,
destacando luego que les ha expresado su «gratitud y los ha alentado a continuar con
su trabajo, que se inserta en la larga tradición de la Iglesia en la atención del
respeto, educación y formación de las nuevas generaciones».
Al destacar que
el punto culminante fue la beatificación del cardenal John Henry Newman, a quien el
Papa definió “excepcional en la historia reciente de ese país”, el Santo Padre pidió
a Dios que por intercesión del nuevo beato sostenga los propósitos y los esfuerzos
de la comunidad católica presente en Gran Bretaña. Estas fueron sus palabras en nuestro
idioma:
«Queridos hermanos
y hermanas: Hoy quisiera hablar del viaje apostólico a Reino Unido, que
he realizado hace unos días. Se ha tratado de una visita con carácter oficial y, al
mismo tiempo, una verdadera peregrinación a una tierra rica en fe y cultura. He podido
mantener diversos encuentros con las más altas autoridades políticas del País, con
los parlamentarios, con los representantes de las diversas religiones, con los cristianos
de otras confesiones, y con los obispos y fieles católicos. A todos agradezco la calurosa
bienvenida que me han dispensado. En primer lugar, he querido sostener a
los católicos británicos, animándoles a continuar siendo testigos del Evangelio y
de la verdad moral que brota de éste, y que está en la base de una sociedad verdaderamente
humana, justa y libre. De igual modo, he querido dirigirme a todos los miembros de
la sociedad para entablar un diálogo franco, comunicándole la novedad del Evangelio,
del cual la cultura occidental está todavía impregnada. Este viaje apostólico me ha
confirmado en una profunda convicción: las antiguas naciones europeas conservan su
alma cristiana. Y, aunque el secularismo agresivo la amenace, la Iglesia, convencida
del bien que supone, se esfuerza por mantener esta rica tradición. El
punto culminante del viaje ha sido la beatificación del Cardenal John Henry Newman,
una figura excepcional en la historia reciente de ese País. Pido a Dios, por la intercesión
del nuevo beato, que sostenga los propósitos y los esfuerzos de la comunidad católica
presente en Gran Bretaña».
Al saludar en diversas lenguas a los numerosos
grupos de fieles presentes en la plaza de San Pedro, el Papa, dirigiéndose a los peregrinos
procedentes de Ucrania, les manifestó su deseo de que el ejemplo del evangelista san
Mateo, de quien ayer celebramos su memoria, los ayude a ser valerosos testigos de
Cristo y de su Evangelio.
Dirigiéndose de modo particular a los jesuitas de
la Provincia Croata, el Obispo de Roma formuló votos para que la intercesión de los
santos apóstoles Pedro y Pablo los ayude a estar cada vez más dispuestos a predicar
y testimoniar la Buena Noticia a su pueblo.
Hablando en italiano, Benedicto
XVI dio su cordial bienvenida a los participantes en el curso de Derecho Canónico
organizado por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, que asistieron a esta audiencia
para expresar al Sucesor de Pedro sus sentimientos de afecto y de profunda comunión
eclesial.
También saludó con alegría a los religiosos Legionarios de Cristo
que van a comenzar en Roma sus estudios filosóficos y teológicos. Llamándolos “queridos
amigos”, el Papa formuló votos por su empeño de estudio, asegurándoles un recuerdo
particular en la oración.
Mientras al saludar al grupo del Banco de Crédito
cooperativo, de la localidad italiana de Gatteo di Romagna, los animó a “testimoniar
constantemente los valores humanos y cristianos necesarios para construir una sociedad
realmente justa y solidaria”.
Por último, y con especial afecto, el Papa dirigió
su pensamiento a los jóvenes, enfermos y recién casados presentes en esta audiencia
general. Refiriéndose a la “amistad con Jesús”, manifestó su deseo de que sea para
los jóvenes “fuente de alegría y motivo para realizar elecciones laboriosas”; y que
a los enfermos “dé consuelo en los momentos difíciles e infunda serenidad al cuerpo
y al espíritu”. Mientras a la luz de la amistad con Jesús, invitó a los recién casados
a empeñarse para “corresponder a su vocación en el amor recíproco, en la apertura
a la vida y en el testimonio cristiano”.
El Santo Padre saludó asimismo, como
es tradicional a los fieles y peregrinos procedentes de España y América Latina. Éstas
eran sus palabras:
«Saludo a los peregrinos
de lengua española, en particular a los sacerdotes del Pontificio Colegio Mexicano,
en Roma, y a los fieles provenientes de Medellín. Os invito a agradecer a Dios los
numerosos frutos apostólicos de mi reciente visita a Reino Unido. Muchas gracias».