2010-09-20 13:21:04

El Papa se despide de Gran Bretaña, una sociedad cuya diversidad representa “una gran oportunidad de mayor diálogo intercultural e interreligioso que enriquecerá a toda la comunidad"


Domingo, 19 sep (RV).- Durante la ceremonia de despedida, que tuvo lugar en el aeropuerto internacional de Birmingham, el Papa, tras el discurso del primer ministro de Su Majestad, David Cameron, agradeció el intenso trabajo de preparación, tanto del Gobierno actual como del precedente, del servicio civil, de las autoridades locales y la policía, y de los numerosos voluntarios que pacientemente ayudaron a preparar los eventos de estos cuatro días. “Gracias por vuestra calurosa acogida y por la hospitalidad que me habéis dispensado”, les dijo.

RealAudioMP3 “En el tiempo que he estado con vosotros, he encontrado a representantes de muchas comunidades, culturas, lenguas y religiones que componen la sociedad Británica. La gran diversidad de la moderna Gran Bretaña es un desafío para su Gobierno y su pueblo, pero también representa una gran oportunidad de mayor diálogo intercultural e interreligioso que enriquecerá a toda la comunidad”.

Después de recodar que en estos días agradeció la oportunidad de encontrarse con Su Majestad la Reina, así como con el primer ministro y otros líderes políticos, y hablar sobre cuestiones de mutuo interés, tanto internas como externas, Benedicto XVI afirmó que se ha sentido particularmente honrado al recibir la invitación para dirigirse a las dos cámaras del Parlamento en el histórico recinto de Westminster Hall.

RealAudioMP3 “Deseo sinceramente que estos encuentros contribuyan a confirmar y fortalecer las excelentes relaciones entre la Santa Sede y el Reino Unido, especialmente en la cooperación para el desarrollo internacional, el cuidado del medio ambiente y la construcción de una sociedad civil con un renovado sentido de valores compartidos y metas comunes”.

El Obispo de Roma dijo asimismo que fue una satisfacción visitar a Su Gracia, el arzobispo de Canterbury, y a los obispos de la Iglesia de Inglaterra, orando posteriormente con ellos y con los hermanos cristianos en los sugerentes alrededores de la Abadía de Westminster, un lugar que habla con mucha elocuencia de las tradiciones y cultura que compartimos.

RealAudioMP3 “Puesto que Gran Bretaña acoge a muchas tradiciones religiosas, he agradecido la oportunidad de encontrar a sus representantes y compartir con ellos algunas ideas acerca de la contribución que las religiones pueden ofrecer al desarrollo de una sana sociedad plural”.

Teniendo en cuenta –tal como dijo el Papa al concluir- que su visita estuvo dirigida de modo especial a los católicos del Reino Unido, Benedicto XVI manifestó su aprecio por el tiempo transcurrido con los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, así como con los profesores, alumnos y personas mayores.

RealAudioMP3 “Ha sido especialmente conmovedor celebrar con ellos, aquí en Birmingham, la beatificación de un gran hijo de Inglaterra, el cardenal John Henry Newman. Estoy convencido de que, con su vasto legado de escritos académicos y espirituales, tiene todavía mucho que enseñarnos sobre la vida y el testimonio cristiano en medio de los desafíos del mundo actual, desafíos que él previó con sorprendente claridad”.

Y antes de invocar la bendición de Dios sobre todos, se despidió asegurando a esta nación, una vez más, sus mejores deseos y oraciones por la paz y prosperidad de Gran Bretaña.

Crónica de la ceremonia de despedida RealAudioMP3

 

DISCURSO DE DESPEDIDA

Señor Primer Ministro

 

Le agradezco sus cordiales palabras de despedida en nombre del Gobierno de Su Majestad y del pueblo del Reino Unido. Estoy muy agradecido por el intenso trabajo de preparación, tanto del Gobierno actual como del precedente, del servicio civil, de las autoridades locales y la policía, y de los numerosos voluntarios que pacientemente han ayudado a preparar los eventos de estos cuatro días. Gracias por vuestra calurosa acogida y por la hospitalidad que me habéis dispensado.

En el tiempo que he estado con vosotros, he encontrado a representantes de muchas comunidades, culturas, lenguas y religiones que componen la sociedad Británica. La gran diversidad de la moderna Gran Bretaña es un desafío para su Gobierno y su pueblo, pero también representa una gran oportunidad de mayor diálogo intercultural e interreligioso que enriquecerá a toda la comunidad.

En estos días, he agradecido la oportunidad de encontrarme con Su Majestad la Reina, así como con usted y otros líderes políticos, y hablar sobre cuestiones de mutuo interés, tanto internas como externas. Me he sentido particularmente honrado al recibir la invitación para dirigirme a las dos Cámaras del Parlamento en el histórico recinto de Westminster Hall. Deseo sinceramente que estos encuentros contribuyan a confirmar y fortalecer las excelentes relaciones entre la Santa Sede y el Reino Unido, especialmente en la cooperación para el desarrollo internacional, el cuidado del medio ambiente y la construcción de una sociedad civil con un renovado sentido de valores compartidos y metas comunes.

Fue asimismo una satisfacción visitar a Su Gracia, el Arzobispo de Canterbury, y a los Obispos de la Iglesia de Inglaterra, orando posteriormente con ellos y nuestros hermanos cristianos en los sugerentes alrededores de la Abadía de Westminster, un lugar que habla con mucha elocuencia de las tradiciones y cultura que compartimos. Puesto que Gran Bretaña acoge a muchas tradiciones religiosas, he agradecido la oportunidad de encontrar a sus representantes y compartir con ellos algunas ideas acerca de la contribución que las religiones pueden ofrecer al desarrollo de una sana sociedad plural.

Naturalmente, mi visita ha estado dirigida de un modo especial a los católicos del Reino Unido. Aprecio muchísimo el tiempo que he pasado con los Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, y con los profesores, alumnos y personas mayores. Ha sido especialmente conmovedor celebrar con ellos, aquí en Birmingham, la beatificación de un gran hijo de Inglaterra, el Cardenal John Henry Newman. Estoy convencido de que, con su vasto legado de escritos académicos y espirituales, tiene todavía mucho que enseñarnos sobre la vida y el testimonio cristiano en medio de los desafíos del mundo actual, desafíos que él previó con sorprendente claridad.

Al despedirme de vosotros, os aseguro una vez más mis mejores deseos y oraciones por la paz y prosperidad de Gran Bretaña. Muchísimas gracias y que Dios os bendiga a todos. 








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