Ángelus: “sólo la fe puede transformar el egoísmo en alegría y reanudar las relaciones
justas con el prójimo y con Dios”
Domingo, 12 sep (RV).- Benedicto XVI introdujo el rezo mariano del Ángelus de este
Domingo, reflexionando sobre la Misericordia divina e invitando a rezar por su próximo
Viaje Apostólico y a encomendar nuestra conversión a la Madre de Dios, cuyo santo
nombre celebramos hoy. Las palabras del Papa fueron acogidas con un gran aplauso:
Queridos
hermanos, el próximo jueves viajaré al Reino Unido, donde proclamaré beato al Cardenal
John Henry Newman. Pido a todos acompañarme con la oración en este viaje apostólico.
A la Virgen María, cuyo Nombre santísimo es celebrado hoy en la Iglesia, confío nuestro
camino de conversión hacia Dios
Evocando su primera
Encíclica, Dios es Amor y refiriéndose a la página evangélica de hoy en que «Jesús
narra las ‘tres parábolas de la misericordia», el Papa ha reiterado que «cuando Jesús
habla en sus parábolas del pastor que va tras la oveja descarriada, de la mujer que
busca el dracma, del padre que sale al encuentro del hijo pródigo y lo abraza, no
se trata sólo de meras palabras, sino que es la explicación de su propio ser y actuar».
«En efecto el pastor que encuentra a la oveja perdida es el Señor mismo, que
- con la Cruz - carga sobre sí a la humanidad pecadora para redimirla», enfatizó
Benedicto XVI, haciendo hincapié luego en que «sólo la fe puede transformar el egoísmo
en alegría y reanudar las relaciones justas con el prójimo y con Dios»:
Queridos
amigos, ¿cómo no abrir nuestro corazón a la certeza de que, aún siendo pecadores,
somos amados por Dios? Él no se cansa nunca de venir a nuestro encuentro, recorre
siempre primero el camino que nos separa de El. El Libro del Éxodo nos muestra como
Moisés, con confiada y audaz súplica, logró, por decirlo de alguna manera, mover a
Dios del trono del juicio al trono de la misericordia. El arrepentimiento es la medida
de la fe y gracias a ello se regresa a la Verdad
Después del rezo
a la Virgen y del responso por los difuntos, el Papa se unió a la alegría de la Iglesia
en España. Destacando que en la archidiócesis de Granada ha sido beatificado hoy el
fraile capuchino Leopoldo de Alpandeire y después de felicitar - en sus saludos en
italiano - a toda la Familia franciscana, que asocia a este hermano en su larga lista
de santos y beatos, Benedicto XVI ha subrayado esta celebración también en español,
alentando seguir el ejemplo del beato Leopoldo, su humildad, su confianza en Dios
y su devoción a María:
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española
presentes en esta oración mariana, en particular al coro infantil de la Parroquia
Nuestra Señora del Milagro de Valdestillas, Valladolid. Hoy deseo unirme especialmente
a la alegría de los fieles de la Archidiócesis de Granada, y de otras partes de España,
que, esta misma mañana, están celebrando con gozo la inscripción del nombre de Fray
Leopoldo de Alpandeire entre el número de los Beatos. La vida de este sencillo y austero
Religioso Capuchino es un canto a la humildad y a la confianza en Dios y un modelo
luminoso de devoción a la Santísima Virgen María. Invito a todos, siguiendo el ejemplo
del nuevo Beato, a servir al Señor con sincero corazón, para que podamos experimentar
el inmenso amor que Él nos tiene y que hace posible amar a todos los hombres sin excepción.
Muchas gracias y feliz domingo También
en sus saludos en francés, Benedicto XVI recordó que dentro de pocos días emprenderá
el viaje que llevará al Reino Unido. «Confío en vuestras oraciones», subrayó el Papa,
volviendo a expresar su alegría por esta visita apostólica, en la que presidirá la
ceremonia de beatificación del Cardenal Newman.
El Santo Padre expresó el anhelo
de que la personalidad y las enseñanzas de este futuro beato «puedan ser para nuestra
época y para el ecumenismo un manantial de inspiración al que todos podamos acudir».