“La deportación de gitanos va en contra de la legislación europea”
Viernes, 20 ago (RV).- El Gobierno francés dio inicio ayer al plan de deportaciones
de gitanos a Rumania, en cumplimiento de las advertencias realizadas por el presidente
Nicolas Sarkozy, que había anunciado que desmantelaría los campamentos ilegales de
esta comunidad. En medio de una polémica abierta en Francia y en la Comunidad Europea,
el jueves partió el primer avión con los gitanos rumanos, al que según las autoridades
seguirán otros dos vuelos, el próximo 26 de agosto y sucesivamente a finales de septiembre,
hasta cumplir el cupo de 700 deportados.
En este contexto, y solidarizándose
con el pueblo objeto de deportaciones en Francia, la Santa Sede a través de Mons.
Agostino Marchetto, secretario del Pontificio Consejo para los Migrantes e Itinerantes,
se unió a las protestas de la Unión Europea recordando que es imposible tomar decisiones
contra enteras comunidades olvidando al individuo en primera persona.
Mons.
Marchetto, subrayó que la medida por parte del gobierno francés “va en contra no solo
de la legislación europea sino de la francesa que prevé la creación de campamentos
para la etnia gitana, tal como sucede en otros países de la Unión Europea”.
En
concomitancia con las medidas coercitivas del gobierno francés, este viernes 8.000
gitanos y nómadas se dan cita en el santuario de Lourdes para celebrar su peregrinación
anual que tocará a su fin el próximo 25 de agosto. Como cada año será representada
la traslación del peregrino de Nuestra Señora de los Gitanos en la Gruta, con la Santa
Misa celebrada por Mons. Raymond Centéne, obispo de Vannes. Esta caracterización que
tendrá lugar el próximo 24 de agosto, un día antes de la conclusión de la peregrinación,
conmemora la historia de Nuestra Señora de los Gitanos cuyo origen está estrechamente
unido a un milagro.
A finales de la Segunda Guerra Mundial, una familia de
gitanos, que había permanecido ilesa después de que el carromato sobre el que viajaba
se incendiara tras ser impactada por un camión del ejército americano, quiso rendir
acción de gracias a la Santísima Virgen elaborando una escultura de madera que hoy
es conocida con el nombre de Nuestra Señora de los Gitanos. En la escultura aparece
la Madre de Dios representada llevando en una mano un pequeño carromato, y en la otra
al Niño Jesús. Esta estatua fue bendecida por el Siervo de Dios Pablo VI en 1965 y
desde entonces es muy venerada por numerosas etnias de nómadas de regiones europeas.