Sínodo para Oriente Medio, una ocasión resaltar las numerosas dificultades de la Iglesia
Viernes, 23 jul (RV).- El pasado mes de abril Benedicto XVI nombró a los miembros
que dirigirán los trabajos de la Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de
los Obispos que se realizará en el Vaticano del 10 al 24 de octubre bajo el tema “la
Iglesia Católica en Oriente Medio, Comunión y testimonio: la multitud de quienes se
convertían en creyentes tenía un solo corazón y un solo espíritu.
La
convocatoria para su celebración fue lanzada en septiembre de 2009, que ahora se aproxima
a su celebración cuyo principal objetivo es el de "confirmar y reforzar a los cristianos
en su identidad a través de la Palabra de Dios y los sacramentos" y en segundo lugar,
"reavivar la comunión eclesial entre las Iglesias "sui iuris" para que ofrezcan un
testimonio de vida cristiana auténtica, alegre y atractiva".
Entre
los temas que serán abordados durante los trabajos de octubre se coloca la ocupación
israelí de los territorios palestinos, los cristianos de Irak como principales víctimas
del conflicto en curso, los efectos negativos del crecimiento del radicalismo islámico
en países como Egipto y la concepción de laicidad positiva en Turquía.
El
sínodo para Oriente Medio será la ocasión para poner de relieve la situación de la
Iglesia de Oriente en sus múltiples realidades, a saber la armenia, la greco ortodoxa,
y la greco católica. Esta última, articulada en diversos estados, afronta numerosas
dificultades.
Mons. Rafael Minassian, exarca del patriarcado católico
armenio de Jerusalén, destacó ante nuestros micrófonos que si bien los países de Oriente
Medio han sido declarados democráticos porque existe la libertad de expresión y de
culto, en realidad viven numerosas dificultades.
El exarca del patriarcado
católico armenio de Jerusalén considera que entre un país y el otro hay siempre una
dificultad de convivencia, de expresión de la cristiandad. Y cita como ejemplo el
dramático sufrimiento de su iglesia con el continuo y prolongado éxodo que tiene su
origen en la falta de libertad de expresión y de culto. En Turquía al igual que todos
los demás países musulmanes existe siempre la dificultad que Mons. Rafael Minassian
expresa con las siguientes palabras “No somos bien aceptados, sea por la parte política
y social como por la parte religiosa”.
Al ser cuestionado sobre la
aportación de la Iglesia de Oriente a la Iglesia Universal, subrayó que el Sínodo
de la Iglesia Oriental a celebrarse del 10 al 24 de octubre, en el Vaticano, es producto
de una iniciativa del Santo Padre Benedicto XVI y es importante para la realización
de la Iglesia universal en la parte oriental de la Iglesia misma. De hecho añadió
que algunos temas son muy importantes
“El primero es sobre cómo se
puede vivir esta fe cristiana en una tierra donde existe la opresión social y política.
Segundo: ¿cómo es posible convencer a los fieles a permanecer en Oriente? Entre las
estrategias implementadas en esta Iglesia, se trabaja en el campo de la emigración,
por lo que se buscará en el Sínodo una solución para dar seguridad a los fieles, a
pesar de todas las dificultades sociales y políticas. Mons. Minassian indicó que “es
necesario expresarse con seguridad sobre cualquier modalidad de crecimiento de la
fe cristiana”. De esta manera, dijo, podemos también dar testimonio a todos aquellos
que no se sienten cristianos. Esta es la misión, por este motivo el patriarcado católico
armenio de Jerusalén está interesado en encontrar cooperación, colaboración y unidad
aún en la diversidad, tal como ha sido señalado en el Instrumentum Laboris.
Si
pudiéramos realizar este primer paso de unidad, respetándonos el uno al otro y cooperando
juntos en estos países de Oriente, pienso que esto podría ser ya un 50 por ciento
de suceso para este Sínodo, concluyó el exarca del patriarcado católico armenio de
Jerusalén.