Santa Sede recuerda que en el caso de acusaciones contra un cardenal, la competencia
es sólo del Papa
Lunes, 28 jun (RV).- El Papa ha recibido en audiencias sucesivas al cardenal Leonardo
Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, y al cardenal Cristoph
Schönborn, arzobispo de Viena, Austria. Sobre esta audiencia, un comunicado de la
Oficina de Prensa de la Santa Sede señala que este purpurado, que es también presidente
de la conferencia episcopal de Austria, «había solicitado poder referir personalmente
al Sumo Pontífice acerca de la presente situación de la Iglesia en esta nación. En
particular, el cardenal Christoph Schönborn ha querido aclarar el sentido exacto de
su recientes declaraciones sobre algunos aspectos de la actual disciplina eclesiástica,
así como algunos juicios sobre la conducta mantenida por la Secretaría de Estado,
en particular por el entonces secretario de Estado del Papa Juan Pablo II de venerada
memoria, en relación con el fallecido cardenal Hans Hermann Groër, arzobispo de Viena
de 1986 a 1995».
Sucesivamente, han sido invitados a este encuentro con el
Papa los cardenales Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, y Tarcisio Bertone,
secretario de Estado. En la segunda parte de la audiencia, se han aclarado y resuelto
algunos malentendidos muy difundidos y en parte derivados de algunas expresiones del
cardenal Christoph Schönborn, que ha expresado su disgusto por las interpretaciones
dadas».
En particular - señala el mismo comunicado de la Santa Sede - «se recuerda
que en la Iglesia, cuando se trata de acusaciones contra un cardenal, la competencia
le corresponde únicamente al Papa; las otras instancias pueden tener una función de
asesoría, siempre con el debido respeto hacia las personas».
«La palabra ‘charlatanería’
ha sido interpretada erróneamente como una falta de respeto a las víctimas de los
abusos sexuales, para quienes el cardenal Angelo Sodano nutre los mismos sentimientos
de compasión y de condena del mal, como han sido expresados en diversas intervenciones
por el Santo Padre. Esta palabra, pronunciada en el saludo pascual al Papa Benedicto
XVI, había sido tomada literalmente de la homilía pontificia, del Domingo de Ramos,
y se refería a la ‘valentía que no se deja intimidar por la charlatanería de las opiniones
dominantes’».
«El Santo Padre, recordando con gran afecto su visita pastoral
a Austria, envía, por medio del cardenal Christoph Schönborn, su saludo y aliento
a la Iglesia que está en Austria y a sus pastores, encomendando a la celestial protección
de María, tan venerada en Mariazzel, el camino de una renovada comunión eclesial».