Benedicto XVI recuerda la importancia del diálogo ecuménico y con musulmanes y judíos
y las dificultades de los cristianos en Oriente Medio
Lunes, 28 jun (RV).- El Santo Padre ha reiterado hoy la importancia del diálogo ecuménico
y con musulmanes y judíos, así como las dificultades de los cristianos en Oriente
Medio. Benedicto XVI ha recibido, esta mañana, con gran alegría a la delegación del
Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, que se encuentra en Roma, como es tradicional,
con motivo de la celebración anual de los Santos Pedro y Pablo y que participará esta
tarde en las primeras vísperas - en la Basílica papal de San Pablo Extramuros – y,
mañana - en la de San Pedro - conmemorando así el martirio de estos Apóstoles.
«Su
fiesta, que la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa celebran el mismo día, es una
de las más antiguas del año litúrgico y testimonia el tiempo en que nuestras comunidades
vivían en comunión plena la una con la otra. Vuestra presencia aquí hoy – por la que
agradezco profundamente al Patriarca de Constantinopla, Su Santidad Bartolomé I y
al Santo Sínodo del Patriarcado Ecuménico – brinda una gran alegría a los corazones
de todos nosotros. Agradezco al Señor porque nuestras relaciones se caracterizan por
sentimientos de mutuo entendimiento, estima y fraternidad, como testimonian ampliamente
los numerosos encuentros que han tenido lugar este año».
Todo ello impulsa
la esperanza en que el diálogo entre católicos y ortodoxos seguirá progresando, ha
señalado el Papa, refiriéndose luego a la importancia del momento actual, a raíz de
la reunión de la Comisión internacional para el diálogo teológico, que empezó, el
pasado mes de octubre en Paphos, y cuyos debates se centran sobre ‘El papel del Obispo
de Roma en la comunión de la Iglesia en el primer milenio’. Esperando de todo corazón
en que iluminados por el Espíritu Santo, los miembros de la Comisión prosigan por
este camino durante la próxima reunión plenaria, en Viena, Benedicto XVI ha destacado
la próxima cumbre sinodal.
«En la próxima Asamblea Especial para Oriente Medio
del Sínodo de los Obispos, que he convocado para el mes de octubre aquí, en Roma,
estoy seguro de que volverá a recibir gran atención el tema de la cooperación ecuménica
entre los cristianos de esta región. Así se destaca en el Instrumentum laboris, que
entregué a los obispos católicos de Oriente Medio, durante mi reciente visita a Chipre,
donde fui acogido con gran calidez fraterna por Su Beatitud Crisóstomo II, Arzobispo
de Nueva Justiniana y de toda Chipre. Las dificultades que los cristianos de Oriente
Medio están experimentando son en gran medida común para todos: vivir como una minoría,
anhelando una auténtica libertad religiosa y la paz. Es necesario el diálogo con las
comunidades islámica y judía. En este contexto, me complace dar la bienvenida a la
Delegación fraterna que el Patriarca Ecuménico enviará, para que participe en los
trabajos de la Asamblea sinodal.
Terminando su cordial bienvenida, Benedicto
XVI ha pedido que transmitan su saludo fraterno a Su Santidad Bartolomé I, al Santo
Sínodo, al clero y a todos los fieles del Patriarcado Ecuménico, pidiendo que, «por
medio de la intercesión de los apóstoles Pedro y Pablo, el Señor nos conceda abundantes
bendiciones y nos mantenga siempre en su amor».