2010-06-27 16:41:43

Santa Sede denuncia los abusos contra los trabajadores domésticos


Domingo, 27 jun (RV).- El observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de Naciones Unidas e Instituciones Especializadas en Ginebra, arzobispo Silvano Tomasi, interviniendo en la 99 sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo denunció los abusos contra los trabajadores domésticos. A pesar de las señales de recuperación, el arzobispo señaló que “el impacto de la recesión ha detenido los progresos en la reducción de la pobreza, ha aumentado el paro en los países industrializados y todas las familias han sufrido contragolpes en los países de baja renta”.

La delegación de la Santa Sede expresó su pleno apoyo al objetivo de la Organización Internacional del Trabajo “de dar prioridad a las personas y a su trabajo en la búsqueda de políticas innovadoras y dinámicas, dirigidas a eliminar impedimentos estructurales para la recuperación de la economía”.
Prestó especial atención a los trabajadores domésticos y el voto positivo a favor de un nuevo instrumento vinculante para su tutela que “expresan la preferencia por los miembros más vulnerables de la sociedad”.

“Los trabajadores domésticos -afirmó el representante de la Santa Sede- tienen doble riesgo. Provienen de segmentos desfavorecidos de la sociedad. La extrema necesidad les obliga a aceptar cualquier trabajo disponible aunque, en la mayor parte de los casos, las condiciones laborales sean muy difíciles”. Y luego “en el ambiente en el que trabajan están sujetos a la explotación. A menudo no tienen tutela jurídica social, ni justa retribución”. “Cuando se producen abusos, no hay posibilidad de apelar y la única opción es irse y por tanto perder el salario y el puesto de trabajo. En muchas ocasiones, al reparo de las paredes domésticas, la dignidad de estos trabajadores es violada. Violencias físicas y sexuales no son raras.

Como parte de la ampliación de los horizontes en la lucha por la realización global del trabajo digno, monseñor Tomasi señaló que “se debería prestar atención a otras categorías de trabajadores que necesitan tutela: las masas de trabajadores aún desorganizados, trabajadores rurales y jóvenes parados”.

Por último, el representante vaticano se refirió al trabajo infantil y juvenil que “exige una respuesta concertada”. Indicó que más de 215 millones de niños se ven obligados a trabajar, muchos en condiciones de peligro.







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