Santa Sede denuncia los abusos contra los trabajadores domésticos
Domingo, 27 jun (RV).- El observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de
Naciones Unidas e Instituciones Especializadas en Ginebra, arzobispo Silvano Tomasi,
interviniendo en la 99 sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo denunció
los abusos contra los trabajadores domésticos. A pesar de las señales de recuperación,
el arzobispo señaló que “el impacto de la recesión ha detenido los progresos en la
reducción de la pobreza, ha aumentado el paro en los países industrializados y todas
las familias han sufrido contragolpes en los países de baja renta”.
La delegación
de la Santa Sede expresó su pleno apoyo al objetivo de la Organización Internacional
del Trabajo “de dar prioridad a las personas y a su trabajo en la búsqueda de políticas
innovadoras y dinámicas, dirigidas a eliminar impedimentos estructurales para la recuperación
de la economía”. Prestó especial atención a los trabajadores domésticos y el voto
positivo a favor de un nuevo instrumento vinculante para su tutela que “expresan la
preferencia por los miembros más vulnerables de la sociedad”.
“Los trabajadores
domésticos -afirmó el representante de la Santa Sede- tienen doble riesgo. Provienen
de segmentos desfavorecidos de la sociedad. La extrema necesidad les obliga a aceptar
cualquier trabajo disponible aunque, en la mayor parte de los casos, las condiciones
laborales sean muy difíciles”. Y luego “en el ambiente en el que trabajan están sujetos
a la explotación. A menudo no tienen tutela jurídica social, ni justa retribución”.
“Cuando se producen abusos, no hay posibilidad de apelar y la única opción es irse
y por tanto perder el salario y el puesto de trabajo. En muchas ocasiones, al reparo
de las paredes domésticas, la dignidad de estos trabajadores es violada. Violencias
físicas y sexuales no son raras.
Como parte de la ampliación de los horizontes
en la lucha por la realización global del trabajo digno, monseñor Tomasi señaló que
“se debería prestar atención a otras categorías de trabajadores que necesitan tutela:
las masas de trabajadores aún desorganizados, trabajadores rurales y jóvenes parados”.
Por
último, el representante vaticano se refirió al trabajo infantil y juvenil que “exige
una respuesta concertada”. Indicó que más de 215 millones de niños se ven obligados
a trabajar, muchos en condiciones de peligro.