Audiencia ROACO: Nuevo llamamiento de Benedicto XVI a la paz en Tierra Santa, Irak
y Oriente Medio, reiterando su cercanía a los cristianos que sufren violencia
Viernes, 25 jun (RV).- Con el telón de fondo de próxima asamblea del Sínodo de los
Obispos, renovando sus apremiantes llamamientos a la paz en Tierra Santa, Irak y Oriente
Medio -también a los responsables de las naciones- Benedicto XVI reitera su cercanía
a los cristianos que sufren violencias, y recuerda a Mons. Luigi Padovese, vicario
apostólico de Anatolia y presidente del Episcopado turco, asesinado recientemente.
El Papa ha recibido cordialmente a los participantes en la Asamblea de la
Reunión para la ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO), encabezados por el cardenal
Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales y con la
presencia del representante pontificio en Jerusalén, Israel y Palestina; el arzobispo
Maronita de Chipre; y el Padre Custodio de Tierra Santa, junto con los demás representantes
de las Agencias Católicas Internacionales y de la Universidad de Belén.
Expresando
su profunda gratitud y la de toda la Iglesia, en particular de los pastores y de los
fieles orientales y latinos de los territorios encomendados a la Congregación Oriental
y de cuantos han emigrado de la madre patria, Benedicto XVI ha pronunciado su discurso
en italiano, francés, alemán e inglés. Éste ha sido su llamamiento en lengua francesa:
“Todos anhelamos en
Tierra Santa, Irak y Oriente Medio el don de una paz y de una convivencia estable.
Éstas nacen del respeto de los derechos de la persona, de las familias, de las comunidades
y de los pueblos, por encima de toda discriminación religiosa, cultural y social.
Encomiendo a Dios y a vosotros, el llamamiento que lancé en Chipre en favor del Oriente
cristiano. Como instrumentos de la caridad eclesial, podáis vosotros colaborar siempre,
en primer lugar, en la edificación de la justicia, en la libertad y en la paz!”.
Alentando
luego a los hermanos y hermanas, que en Oriente comparten el Bautismo, a perseverar
en la fe, y -a pesar de los numerosos sacrificios- a permanecer allí donde nacieron,
el Papa ha exhortando asimismo a los emigrantes orientales a no olvidar sus orígenes,
especialmente religiosos, de los que dependen su fidelidad y su coherencia humana
y cristiana: “Deseo rendir un homenaje
particular a los cristianos que sufren la violencia a causa del Evangelio y les encomiendo
al Señor. Cuento siempre con los Responsables de las Naciones para que garanticen
de manera real, sin distinción y por doquier, la profesión pública y comunitaria de
las convicciones religiosas de cada uno”.
Refiriéndose a la próxima Asamblea
especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos y destacando la importancia
de la comunión y el testimonio, el Santo Padre ha recordado su reciente visita a Chipre,
donde entregó el Instrumentum Laboris. Renovando su gratitud a Dios, ha agradecido
también la importante colaboración de la ROACO, en el buen logro de este histórico
acontecimiento, así como en todo lo que hacen para ayudar a las Iglesias orientales:
“Queridos amigos, os
pido que, con vuestras obras, contribuyáis a tener viva la ‘esperanza que no decepciona’
entre los cristianos de Oriente (Rm 5,5; cfr Instrumentum laboris, Conclusioni). En
la ‘pequeña grey’ (Lc 12,32) que ellos componen es ya operante el futuro de Dios y
el ‘camino estrecho’ que están recorriendo es descrito en el Evangelio como ‘camino
a la vida’ (Mt 7,13-14). ¡Quisiéramos estar siempre a su lado! Confiando en la intercesión
de la Santísima Madre de Dios y de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, encomiendo
al Señor a los benefactores, a los amigos y a los colaboradores, vivos y difuntos,
ligados de diversas maneras a la ROACO, con un recuerdo particular por Mons. Padovese,
fallecido recientemente, mientras imparto sobre cada uno de vosotros, sobre sus miembros
y bienhechores de las Agencias internacionales, así como sobre todas las amadas Iglesias
Orientales Católicas la confortadora Bendición Apostólica”.