ONU/Santa Sede: tipificar la demanda de prostitución y drogas para acabar con el tráfico
mundial
Miércoles, 23 jun (RV).- Tipificar como delito la demanda devastadora de prostitución
que sostiene el tráfico y explotación de mujeres y niñas en todo mundo, así como reconocer
la responsabilidad penal de los consumidores en el auge del tráfico internacional
de drogas fueron algunos planteamientos de la Santa Sede, en la Sesión sobre Criminalidad
Organizada Transnacional de la Asamblea de Naciones Unidas, celebrada este lunes,
en Nueva York.
El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo
Celestino Migliore en su intervención puntualizó que una consecuencia del mundo interconectado
es la creciente naturaleza interconectada de la delincuencia. Mientras la capacidad
de comunicarse y comerciar con las personas en todos los rincones del planeta ha promovido
la solidaridad mundial y el comercio, también ha conducido a una escalada del crimen
organizado a través de las fronteras nacionales. Esta dinámica globalizada del crimen
presenta nuevos retos a los mecanismos jurídicos y judiciales de la comunidad internacional
para establecer una cooperación que permita prevenir la actividad criminal y enjuiciar
a los autores.
Monseñor Migliore calificó de trágico e inexcusable el creciente
número de víctimas de la trata de personas, de las cuales, más del 70%, son mujeres
y niñas para la explotación sexual, un tráfico que está basado en el equilibrio entre
los países que suministran y los países receptores de las víctimas. El prelado vaticano
recalcó que el proceso de tráfico comienza con la demanda y, con ella, la insidiosa
degradación de la dignidad humana que siempre la acompaña. Sin embargo, explicó que
los gobiernos en lugar de hacer frente a la demanda, hacen cada vez más leyes que
pretenden legitimar este deshumanizante trabajo.
En segundo lugar, el representante
vaticano ante la ONU se refirió al comercio mundial de las drogas y sus devastadores
efectos sobre individuos, familias y comunidades alrededor del mundo. En las áreas
de producción- explicó Monseñor Migliore, la demanda de insumos para confeccionar
drogas ilegales ha originado la organización de las bandas, los cárteles de la droga
y los terroristas. Estas organizaciones criminales utilizan la financiación de esta
actividad ilegal para propagar el miedo y la violencia a fin de asegurar su persecución
de la codicia y poder.
Por ello, subrayó el prelado vaticano, para solucionar
este problema la comunidad internacional no debe centrarse sólo las áreas de producción,
sino también debe abordar la siempre presente demanda de drogas ilegales. Esta demanda,
impulsada fuertemente por el mundo desarrollado, demuestra que para abolir la producción
de drogas, se deben realizar esfuerzos en casa.
Monseñor Migliore enfatizó
que si la comunidad internacional quiere detener y revertir estas dos áreas principales
de la delincuencia internacional, tendrá que encontrar un terreno común que debe partir
de la necesidad de defender la dignidad inherente de cada ser humano, con especial
atención a los más vulnerables de la sociedad. En este sentido, dijo se debería tipificar
como delito la demanda devastadora para la prostitución, que deshumaniza a mujeres
y niñas en el mundo.
Del mismo modo, ante el tráfico internacional de drogas,
un enfoque centrado en las personas debe reconocer que los consumidores de esta actividad
ilegal deben rendir cuentas. Aunque la responsabilidad penal- aclaró monseñor Migliore-
es sólo un factor para abordar este problema, pues debe ser sostenido con programas
de rehabilitación personal, social y espiritual para los consumidores de drogas y
para las comunidades devastadas por la producción y el tráfico ilícito de drogas.