2010-06-23 13:54:05

ONU/Santa Sede: tipificar la demanda de prostitución y drogas para acabar con el tráfico mundial


Miércoles, 23 jun (RV).- Tipificar como delito la demanda devastadora de prostitución que sostiene el tráfico y explotación de mujeres y niñas en todo mundo, así como reconocer la responsabilidad penal de los consumidores en el auge del tráfico internacional de drogas fueron algunos planteamientos de la Santa Sede, en la Sesión sobre Criminalidad Organizada Transnacional de la Asamblea de Naciones Unidas, celebrada este lunes, en Nueva York.

El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Celestino Migliore en su intervención puntualizó que una consecuencia del mundo interconectado es la creciente naturaleza interconectada de la delincuencia.  Mientras la capacidad de comunicarse y comerciar con las personas en todos los rincones del planeta ha promovido la solidaridad mundial y el comercio, también ha conducido a una escalada del crimen organizado a través de las fronteras nacionales. Esta dinámica globalizada del crimen presenta nuevos retos a los mecanismos jurídicos y judiciales de la comunidad internacional para establecer una cooperación que permita prevenir la actividad criminal y enjuiciar a los autores.

Monseñor Migliore calificó de trágico e inexcusable el creciente número de víctimas de la trata de personas, de las cuales, más del 70%, son mujeres y niñas para la explotación sexual, un tráfico que está basado en el equilibrio entre los países que suministran y los países receptores de las víctimas. El prelado vaticano recalcó que el proceso de tráfico comienza con la demanda y, con ella, la insidiosa degradación de la dignidad humana que siempre la acompaña. Sin embargo, explicó que los gobiernos en lugar de hacer frente a la demanda, hacen cada vez más leyes que pretenden legitimar este deshumanizante trabajo.

En segundo lugar, el representante vaticano ante la ONU se refirió al comercio mundial de las drogas y sus devastadores efectos sobre individuos, familias y comunidades alrededor del mundo. En las áreas de producción- explicó Monseñor Migliore, la demanda de insumos para confeccionar drogas ilegales ha originado la organización de las bandas, los cárteles de la droga y los terroristas. Estas organizaciones criminales utilizan la financiación de esta actividad ilegal para propagar el miedo y la violencia a fin de asegurar su persecución de la codicia y poder.

Por ello, subrayó el prelado vaticano, para solucionar este problema la comunidad internacional no debe centrarse sólo las áreas de producción, sino también debe abordar la siempre presente demanda de drogas ilegales. Esta demanda, impulsada fuertemente por el mundo desarrollado, demuestra que para abolir la producción de drogas, se deben realizar esfuerzos en casa.

Monseñor Migliore enfatizó que si la comunidad internacional quiere detener y revertir estas dos áreas principales de la delincuencia internacional, tendrá que encontrar un terreno común que debe partir de la necesidad de defender la dignidad inherente de cada ser humano, con especial atención a los más vulnerables de la sociedad. En este sentido, dijo se debería tipificar como delito la demanda devastadora para la prostitución, que deshumaniza a mujeres y niñas en el mundo.

Del mismo modo, ante el tráfico internacional de drogas, un enfoque centrado en las personas debe reconocer que los consumidores de esta actividad ilegal deben rendir cuentas. Aunque la responsabilidad penal- aclaró monseñor Migliore- es sólo un factor para abordar este problema, pues debe ser sostenido con programas de rehabilitación personal, social y espiritual para los consumidores de drogas y para las comunidades devastadas por la producción y el tráfico ilícito de drogas.








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