Lunes, 14 jun (RV).- El postulador de la causa de beatificación de Lolo, el padre
Rafael Higueras Álamo, en una entrevista de Rafael Álvarez Taberner, nos comenta la
Santa Misa en la que, en representación del Santo Padre, el Prefecto de la Congregación
para las Causas de los Santos, el Arzobispo Angelo Amato beatificó a Manuel Lozano
Garrido.
Ceremonia
de beatificación de Lolo: su ejemplo transforma el dolor en peregrinación de redención
Domingo,
13 jun (RV).- “Con la beatificación de Manuel Lozano Garrido - Lolo – el Santo Padre
Benedicto XVI nos entrega un ejemplo de santidad, que transforma el dolor en peregrinación
de redención. El Papa ve en este ejemplar laico español un infatigable apóstol que
aceptó la parálisis y la ceguera con espíritu sereno y dichoso. Como escritor y periodista
propagó las verdades evangélicas, sosteniendo la fe de su prójimo, con la oración,
con el amor a la Eucaristía y su filial devoción a la Virgen”.
Con estas palabras
entre grandes aplausos, en representación del Papa, el prefecto de la Congregación
para las Causas de los Santos, Mons. Angelo Amato, destacó la amada figura y entrañable
carisma del nuevo beato español, en su ciudad natal, Linares, provincia y diócesis
de Jaén. Un acontecimiento calificado de histórico y que la lluvia de la tarde de
ayer no logró perturbar. Acudieron sin desanimarse los miles de fieles - se calcula
unos quince mil – cerca de 20 obispos y 200 sacerdotes que participaron con gran emoción
en la ceremonia de Beatificación del linarense Manuel Lozano Garrido.
Mons.
Angelo Amato destacó en su homilía que “los santos se transforman inmolándose y mostrándonos
que el dolor es una llamada para todos a levantar la mirada al cielo, de donde viene
nuestra ayuda”. En una sociedad hedonista como la nuestra, que no ve el dolor y no
lo sabe valorar, el Beato Lolo nos invita “a abrir los ojos y ver los miles de sufrimientos
de nuestro prójimo, a escuchar los lamentos de los necesitados, grandes y pequeños,
ricos y pobres, a abrir nuestra boca para aliviar, consolar y perdonar”. El sufrimiento
y el dolor habitan en nosotros y alrededor nuestro, en nuestras familias, entre nuestros
seres queridos. Lolo nos invita a dar amor, porque Dios tiene un solo nombre, que
es Amor y nada más que Amor.
Durante toda la Misa hubo una intérprete con el
lenguaje de los signos para sordos. La primera lectura del libro de Job la leyó un
invidente, que resaltó las palabras de esperanza: "Yo sé que está vivo mi Redentor...
yo mismo lo veré, y no otro, mis propios ojos lo verán" (Jb 19,21-27). Durante la
procesión de ofrendas de los dones fue presentado por un discapacitado en silla de
ruedas, haciendo resonar las palabras de la homilía del enviado del Papa, Lolo vivió
la mayor parte de su vida en una silla de ruedas.
Esta beatificación, es un
acontecimiento de gran importancia pastoral para la diócesis de Jaén y un gran honor
para la Iglesia española, que añade un nuevo Beato a su rica galería de santidad,
empezó diciendo Mons. Amato, que luego recordó que durante la persecución religiosa,
durante la cual Lolo perdió a su hermano Agustín, él se preparó a dar la vida por
Jesús y a perdonar a los persecutores. Como hizo cuando perdonó al que lo había delatado
por ser católico y por distribuir clandestinamente la Eucaristía, por lo que pasó
tres meses en la cárcel.
Lolo, recordamos, fue un joven de Acción Católica,
periodista y escritor, comunicador de alegría a los jóvenes desde su invalidez. Nació
en Linares - Jaén, España - en 1920, a los 22 años una parálisis progresiva le sentó
en un sillón de ruedas, su inmovilidad fue total, sus últimos nueve años también ciego,
murió el 3 de noviembre de 1971.