El Papa entrega el Instrumentum Laboris para el Sínodo de Oriente Medio, invitando
a la comunidad internacional a que realice un mayor esfuerzo para resolver las tensiones,
antes de que lleven a más derramamientos de sangre
Domingo, 6 jun (RV).- El Santo Padre ha entregado el Instrumentum Laboris para la
Asamblea especial del Sínodo de los obispos de Oriente Medio, invitando a que este
evento –que tendrá lugar en el Vaticano en el mes de octubre de este año- ayude a
dirigir la atención de la comunidad internacional sobre la difícil situación de los
cristianos en Oriente Medio “que sufren por sus creencias, de modo que se encuentre
una solución justa y duradera a los conflictos que provocan tanto dolor”.
Con
respecto a esta grave cuestión, el Papa ha reiterado su llamamiento personal para que se realice
un esfuerzo internacional urgente y concertado para resolver las tensiones que persisten
en Oriente Medio, especialmente en Tierra Santa, “antes de que dichos conflictos lleven
a un mayor derramamiento de sangre”.
En este sentido Benedicto XVI ha evocado
el papel de todos los obispos en esta parte del mundo, ya que “actuáis como artífices
de paz en el difícil proceso de reconciliación”. Por este motivo ha señalado que merecen
un reconocimiento por su labor, y en especial ha recordado la figura de monseñor Luigi
Padovese, asesinado esta semana en Turquía. “Su muerte es un triste
recordatorio de la vocación que compartimos todos los cristianos, para ser valientes
en todas las circunstancias distinguiendo lo bueno, noble y justo”.
Recordando
que el tema elegido para la Asamblea ha sido “Tenían un solo corazón y una sola alma”
(Hch 4,32), el Santo Padre ha evidenciado la importancia de Oriente Medio como lugar
especial en el corazón de todos los cristianos. De ahí los objetivos de este Sínodo.
Por un lado profundizar la unión entre los miembros de las iglesias locales, entre
esas mismas iglesias, y con la Iglesia universal. Y por otro, animar en el testimonio
que estas iglesias dan de la fe en Cristo en los países donde esta fe ha nacido y
crecido.
“La Asamblea Especial
es una oportunidad para los cristianos del resto del mundo de ofrecer apoyo espiritual
y solidaridad a sus hermanos y hermanas de Oriente Medio”. Es una ocasión “para poner
de relieve el importante valor de la presencia y el testimonio cristiano en los países
de la Biblia, no sólo para la comunidad cristiana mundial, sino también para vuestros
vecinos y vuestros conciudadanos”.
Texto completo entrega Instrumentum
Laboris Queridos hermanos y hermanas en Cristo
Agradezco al
Señor Arzobispo Eterović sus amables palabras, y renuevo mi saludo a todos los que
estáis aquí con motivo de la puesta en marcha de la próxima Asamblea Especial del
Sínodo de Obispos para el Medio Oriente. Os agradezco el trabajo realizado con vistas
a la preparación de la Asamblea Sinodal, y os aseguro el respaldo de mi oración en
esta fase final de la misma.
Antes de comenzar, quiero recordar al difunto
obispo Luigi Padovese, que, como presidente de los obispos católicos de Turquía, contribuyó
a la preparación del Instrumentum Laboris que hoy os entrego. La noticia de su muerte
imprevista y trágica el jueves, nos sorprendió y conmocionó a todos. Confío su alma
a la misericordia de Dios todopoderoso, teniendo en cuenta su grado de compromiso,
sobre todo como un obispo, en la comprensión entre religiones y culturas, y en el
diálogo entre las Iglesias. Su muerte es un triste recordatorio de la vocación que
compartimos todos los cristianos, para ser valientes en todas las circunstancias distinguiendo
lo bueno, noble y justo.
El lema escogido para la Asamblea nos habla de comunión
y testimonio, y nos recuerda que los miembros de la primitiva comunidad cristiana
«tenían un solo corazón y una sola alma» (Hch 4,32). En el centro de la unidad de
la Iglesia está la Eucaristía, don inestimable de Cristo a su pueblo y núcleo de nuestra
celebración litúrgica de este día de la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Por tanto, es muy significativo que haya sido elegido este día para la entrega del
Instrumentum laboris de la Asamblea Especial.
Oriente Medio ocupa un lugar
especial en el corazón de todos los cristianos, puesto que fue allí donde por vez
primera Dios se dio a conocer a nuestros padres en la fe. Desde los días en que Abraham,
obedeciendo la llamada del Señor, salió de Ur de los Caldeos hasta la muerte y resurrección
de Jesús, la palabra salvadora de Dios se fue cumpliendo en vuestras tierras a través
de personas y pueblos concretos. Desde entonces, el mensaje del Evangelio se ha difundido
por todo el mundo, pero los cristianos de todas partes continúan mirando hacia Oriente
Medio con especial reverencia, a causa de los profetas y patriarcas, apóstoles y mártires
a los que tanto debemos, hombres y mujeres que escucharon la palabra de Dios, dieron
testimonio de ella, y la transmitieron a quienes pertenecemos a la gran familia de
la Iglesia.
La Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos, convocada a petición
vuestra, intentará profundizar los vínculos de comunión entre los miembros de vuestras
Iglesias locales, así como entre esas mismas Iglesias y con la Iglesia universal.
Esta Asamblea desea también animaros en el testimonio que dais de vuestra fe en Cristo,
en los países donde esta fe ha nacido y crecido. Es bien conocido que algunos de vosotros
soportáis grandes pruebas a causa de la situación actual de la región. La Asamblea
Especial es una oportunidad para los cristianos del resto del mundo de ofrecer apoyo
espiritual y solidaridad a sus hermanos y hermanas de Oriente Medio. Es una ocasión
para poner de relieve el importante valor de la presencia y el testimonio cristiano
en los países de la Biblia, no sólo para la comunidad cristiana mundial, sino también
para vuestros vecinos y vuestros conciudadanos. Contribuís de muchas maneras al bien
común, por ejemplo con la educación, la atención a los enfermos y la asistencia social,
y trabajáis en la construcción de la sociedad. Deseáis vivir en paz y en armonía con
vuestros vecinos judíos y musulmanes. A menudo, actuáis como artífices de paz en el
difícil proceso de reconciliación. Merecéis el reconocimiento por el papel inestimable
que realizáis. Espero firmemente que todos vuestros derechos, incluido el derecho
a la libertad religiosa y de culto, sean cada vez más respetados y que nunca más sufráis
ninguna clase de discriminación.
Ruego para que el trabajo de la Asamblea
Especial ayude a dirigir la atención de la comunidad internacional sobre la difícil
situación de los cristianos en Medio Oriente que sufren por sus creencias, de modo
que se encuentre una solución justa y duradera a los conflictos que provocan tanto
dolor. Con respecto a esta grave cuestión, reitero mi llamamiento personal a que se
realice un esfuerzo internacional urgente y concertado para resolver las tensiones
que persisten en Medio Oriente, especialmente en Tierra Santa, antes de que dichos
conflictos lleven a un mayor derramamiento de sangre.
Con estos deseos, os
entrego ahora el texto del Instrumentum laboris de la Asamblea Especial del Sínodo
de los Obispos para el Medio Oriente. Que Dios bendiga con abundancia vuestros trabajos,
y a todos los habitantes de Oriente Medio.