Audiencia general: el Papa recuerda que para gobernar la porción del pueblo que Dios le ha confiado, el sacerdote necesita una profunda amistad con el Señor y obediencia a la Iglesia

Miércoles, 26 may (RV).- En su tradicional Audiencia semanal, Benedicto XVI dedica su catequesis al oficio de los pastores de gobernar la porción del pueblo que Dios les ha confiado. Para guiar la grey de Cristo, el sacerdote necesita una profunda amistad con el Señor y una real obediencia a la Iglesia.

El Santo Padre Benedicto XVI reanudó esta mañana, a las 10 y media, su tradicional Audiencia General de los miércoles en la plaza de San Pedro, en la que participaron varios miles de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países. Tras el balance que ofreció la semana pasada de su décimo quinto viaje apostólico internacional a Portugal y Fátima, el Papa centró su catequesis de hoy en el oficio del pastor de gobernar la porción del pueblo que Dios le ha confiado.

“La autoridad es servicio”, ha dicho el Santo Padre. “Tampoco el Papa puede hacer lo que quiere, porque es el custodio de la obediencia a Cristo”. “Nadie es capaz de apacentar el rebaño de Cristo si no vive una profunda y real obediencia a Cristo y a la Iglesia. Y la docilidad del pueblo a sus sacerdotes dependerá de la docilidad que tengan los sacerdotes hacia Cristo”.

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho Benedicto XVI en español para los fieles de nuestra lengua presentes en la Plaza de San Pedro:

Queridos hermanos y hermanas:
 
Hemos tratado ya del ministerio de enseñar y de santificar del sacerdote. Hoy nos referimos a su oficio de gobernar la porción del pueblo que Dios le ha confiado. Cada pastor es el instrumento por medio del cual Cristo llega a las almas, para instruirlas y custodiarlas. Para guiar la grey de Cristo, el sacerdote necesita una profunda amistad con el Señor, una continua disponibilidad a dejar que sea Él quien gobierne su vida y una real obediencia a la Iglesia. La docilidad de los fieles a sus pastores depende de la docilidad de los sacerdotes a Cristo. Fuera de esta visión sobrenatural no es posible comprender el oficio de gobierno que ejercen los sacerdotes. En cambio, cuando dicho ministerio se apoya en un amor verdadero por la salvación de los fieles, se revela particularmente valioso. Para el sacerdote, la autoridad es un servicio vivido en una donación total a los fieles, para edificarlos en la verdad y la santidad. Os animo a pedir a Dios por el Papa y su ministerio de gobernar la Iglesia de Cristo.
 
Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los de la parroquia “Madre y Reina del Carmelo”, de la Diócesis de Fontibón, y a los demás grupos venidos de España, Argentina, El Salvador, Guatemala, Paraguay y otros países latinoamericanos. Al suplicaros una oración por vuestros sacerdotes, los invito a unirse de corazón a las celebraciones conclusivas del Año Sacerdotal, que tendrán lugar en Roma el próximo mes de junio. Muchas gracias.

Por último, después de agradecer a todos su participación a este encuentro semanal, el Papa, al dirigir sus habituales palabras a los jóvenes, enfermos y recién casados ha destacado que la Iglesia recuerda hoy a San Felipe Neri, que se distinguió por su alegría y por su especial entrega a la juventud, que educó y evangelizó a través de la inspirada iniciativa pastoral del Oratorio.

Por esta razón, Benedicto XVI les ha pedido a los queridos jóvenes que aprendan de este Santo a vivir con sencillez evangélica; a los queridos enfermos les ha expresado su deseo de que los ayude San Felipe Neri a hacer de sus sufrimientos un ofrecimiento al Padre celestial, en unión con Jesús crucificado. Mientras a los recién casados les ha recomendado que, sostenidos por la intercesión de San Felipe, se inspiren siempre en el Evangelio para construir una familia verdaderamente cristiana.