2010-05-21 18:06:58

Entrevista con Mons. Marchetto sobre la pastoral de la movilidad en el contexto actual


Viernes, 21 may (RV).- Del 26 al 28 de mayo se celebra en Roma la XIX reunión plenaria del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes que analizará la pastoral de la movilidad hoy en el contexto de la corresponsabilidad de los Estados y de los organismos internacionales. El secretario del dicasterio, Mons. Agostino Marchetto, analiza en esta entrevista concedida a Radio Vaticano las nuevas perspectivas y la función de los organismos oficiales en la pastoral de la movilidad social.

    ¿Qué nuevas perspectivas se abren hoy a la pastoral de la movilidad?


RealAudioMP3 En primer lugar tengo que decir que hay una nueva toma de conciencia ante la magnitud del fenómeno migratorio, que el Papa Benedicto XVI llama macro-fenómeno. Y, en ocasión del último congreso mundial sobre la pastoral para migrantes y refugiados, el Papa afirmó, entre otras cosas, que “dicho fenómeno no había asumido nunca tanta prominencia como la que tiene en nuestros días, y esto por la consistencia y la complejidad de las problemáticas” y que “atañe ahora todos los países del mundo”. El Papa observaba que millones de mujeres, hombres, niños y niñas, jóvenes y ancianos se enfrentan a los dramas de la emigración para sobrevivir, más que para mejorar sus condiciones de vida y las de sus familiares.

Además, muchos migrantes que abandonan su propio país para huir de condiciones de vida humanamente inaceptables no encuentran la acogida que esperaban recibir en el país de acogida. El Papa recuerda que el valor de la acogida, de la hospitalidad y del amor por el prójimo hay que traducirlo en gestos cotidianos de compartir, de coparticipación y de solicitud hacia los demás, especialmente hacia los más necesitados. El Santo Padre recuerda, asimismo, la necesidad de solidaridad constatando la desigual repartición de los recursos de la tierra, una solidaridad que tiene que unir a toda la familia humana.

En la citada circunstancia, el Papa Benedicto XVI sigue diciendo que configurados con Cristo, cada hombre y cada mujer se ven como hermanos y hermanas, hijos del mismo Padre. Este tesoro de hermandad tendría que hacerlos ‘solícitos en la hospitalidad’, hija primogénita del agapê.

Pienso que estas palabras del Papa nos abren amplios horizontes para la pastoral de la movilidad humana, que estamos a punto de analizar, en un clima orante, en esta próxima Asamblea Plenaria.

    La Iglesia católica colabora en varios niveles con Estados y organismos internacionales en la gestión de los fenómenos de la movilidad humana.


RealAudioMP3 Hay el nivel internacional, con la presencia de Observadores de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y sus Instituciones especializadas. Y de este modo la Santa Sede tiene la posibilidad de intervenir sobre temas que se discuten en dicho foro y, de hecho, ha intervenido de forma activa en reuniones inter-ministeriales de alto nivel sobre temas de la movilidad humana, como por ejemplo, en Berna en 2004, y en diversas reuniones de la Comisión Global “Migraciones y Desarrollo” en la que hasta el presente he tenido el honor de participar. La Organización Mundial para las Migraciones (IOM) tiene, además, contactos con nuestro Pontificio Consejo y colabora en proyectos concretos con instituciones católicas internacionales, y en particular con la Comisión Católica Internacional para las Migraciones (ICMC), con Caritas Internationalis y con el “Catholic Relief Service” (CRS), y también con la Soberana Orden de Malta. Es muy interesante, y a tener en cuenta, la colaboración entre la IOM y la Unión Internacional de Superioras Mayores en el programa sobre el “papel del personal religioso en la lucha contra la trata de personas” financiado, entre otros, por el Departamento de Estados Unidos de America.

Además, a nivel nacional y local se colabora mediante las Comisiones Episcopales para la movilidad humana de las diversas Conferencias episcopales católicas y las correspondientes Comisiones diocesanas, pasando por las estructuras nacionales y locales de los organismos católicos internacionales, por las oficinas nacionales y locales de las Organizaciones internacionales y de las ONG, con las correspondientes oficinas gubernamentales nacionales y locales, allí donde es posible.

    ¿Qué formas de colaboración se han ido realizando ya?.


RealAudioMP3 Comienzo con la forma de colaboración que apunta a respetar el derecho que la persona tiene de vivir y crecer humanamente en la tierra donde ha nacido. Todos deberían tener la posibilidad de vivir con dignidad en su propia patria y no verse obligados a buscar en otro lugar una condición de vida que sea decente. En efecto, cada desplazamiento, por voluntario que sea, conlleva siempre un cierto tipo de malestar y de sufrimiento. Al respecto, la cooperación internacional es de capital importancia para una auténtico desarrollo socio-económico, humano e integral en todos los Países y para la salvaguardia de la dignidad y de todos los derechos de la persona humana, y de los miembros de la propia familia.

Ya que la situación no es la misma en todas partes, es necesario, de todos modos, colaborar para garantizar el derecho a dejar la propia patria y buscar mejores oportunidades en otro País de acogida, creando las condiciones para que esto sea posible. Recuerdo, como es natural, que los Gobiernos tienen el derecho de reglamentar los flujos migratorios, digamos económicos, respetando siempre el bien común de la Nación y al mismo tiempo los derechos humanos de los migrantes, sin olvidar el bien común universal. Este último es un hilo rojo que recorre la “Caritas in Veritate”.

Nadie desconoce, asimismo, la importancia de la colaboración entre Gobiernos y organismos religiosos en el proceso de integración. Es más fácil que en el País de llegada, el migrante encuentre su comunidad de origen en los asociaciones religiosas. En la pastoral específica para migrantes, se trata de crear puentes y mediaciones entre migrantes y población local, y de promover tolerancia y sensibilidad en las comunidades locales. Las congregaciones religiosas tienen a menudo un carácter internacional, con estructuras en los Países de origen, de tránsito y de destinación de los migrantes y de sus familias y, por consiguiente, realizan un papel importante en el apoyo y mejora de las redes existentes entre diáspora, migrantes y comunidad de origen.

Otro campo de colaboración es la justa sensibilización de la opinión pública sobre la cuestión migratoria, sobre la relación entre migración y desarrollo y, por consiguiente, la necesidad de un nuevo orden económico internacional para una más justa repartición de los bienes de la tierra.

 
4. Benedicto XVI a su regreso de Malta recordó que todas las naciones que tienen raíces cristianas en su Constitución tienen que afrontar los problemas relacionados con el fenómeno migratorio con perseverancia. ¿Estamos cerca de cumplir este deseo?

RealAudioMP3 No quisiera ser pesimista. Sin embargo, el cristiano tiene que ser realista y al mismo tiempo capaz de esperar y, quizás, hasta de soñar a ojos abiertos. Veo que se cumplen unos esfuerzos notables para hacer frente a las cuestiones relativas al fenómeno migratorio. ¿Son eficaces? ¿Centran el problema? Ciertamente, mucho queda por hacer, porque en ciertos Países se tiende a acoger menos y no más que antes. Pero a Dios gracias, en todas las naciones hay personas comprometidas, agentes de diverso tipo, organizaciones, grupos, comunidades que conocen la situación, porque están implicados de lleno en ella, y no dudan en dar lo mejor de sí para acoger, recordando lo que dijo Nuestro Señor: “Cuando lo hicisteis con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, conmigo lo hicisteis” (Mt 25,40).








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