El Papa y la presidencia del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa analizan
la situación de la Iglesia, especialmente la de los países en los que los católicos
son minoría
Martes, 18 may (RV).- En su encuentro con los miembros de la presidencia del Consejo
de las Conferencias Episcopales de Europa Benedicto XVI recordó, en varios momentos,
con conmoción y alegría su reciente viaje a Portugal. Lo señala un comunicado, hecho
público ayer, después de la audiencia privada del Papa al presidente de este consejo,
cardenal Péter Erdő, arzobispo de Esztergom-Budapest, Hungría, y a los vicepresidentes
– cardenales Josip Bozanic, arzobispo de Zagreb, Croacia, y Jean-Pierre Ricard, arzobispo
de Burdeos, Francia.
Tras destacar que el encuentro con Benedicto XVI se llevó
a cabo ‘en un clima de gran cordialidad’, el mismo comunicado añade que las conversaciones
se centraron en la situación de la Iglesia católica en Europa; la vitalidad de algunas
diócesis locales, especialmente la de los países en los que los católicos son minoría;
los problemas que debe afrontar la Iglesia y las actividades y proyectos que han puesto
en marcha los obispos europeos para llevar a cabo su misión de anunciar el Evangelio
en Europa.
Los debates han sido de gran valor, destaca también el comunicado
de prensa. Y hace hincapié luego en que, durante la audiencia con Benedicto XVI, la
presidencia del consejo del episcopado europeo evocó los numerosos encuentros en los
que los obispos de Europa han querido expresar siempre su comunión con el Sucesor
de Pedro, en acción de gracias a Dios por su iluminado magisterio.
Los miembros
de la presidencia del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa – que ayer
fueron recibidos también por el cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone -
prosiguen su estancia en Roma, que terminará mañana miércoles, manteniendo encuentros
con los presidentes de algunos dicasterios de la Santa Sede para reflexionar sobre
las cuestiones europeas y sobre los proyectos del mismo consejo.