2010-05-11 20:56:25

El santuario de Cristo Rey promueve la edificación del amor, la justicia y la paz


Martes, 11 may (RV).- Al finalizar la Santa Misa, el Papa ha leído un mensaje en el que ha querido indicar a las nuevas generaciones “los ejemplos de esperanza en Dios” que inspira el monumento dedicado al Cristo Rey que se encuentra a orillas del río Tajo. Recordando que este año se celebra el 50 aniversario de la fundación del santuario del Cristo Rey de Almada, el Pontífice ha señalado que este santuario promueve “la edificación del amor, la justicia y la paz, interviniendo en la sociedad en favor de los pobres y oprimidos, para centrar la espiritualidad de las comunidades cristianas en Cristo, Señor y juez de la historia”.


El enorme monumento al Cristo Rey, que se aprecia desde cualquier punto de la capital portuguesa, fue inaugurado en 1934 y comprende una estatua del Cristo con los brazos abiertos de 28 metros, apoyada en una base de cemento de 82 metros, sobre una colina de 113 metros de altura. “Desde allí –ha dicho el Papa- la imagen de Cristo extiende los brazos a todo Portugal, como si quisiera recordarle la Cruz en la que Jesús ha alcanzado la paz del universo y se ha manifestado como Rey y siervo, porque es el verdadero Salvador de la humanidad”.

TEXTO COMPLETO DEL MENSAJE:
Queridos hermanos y hermanas

En estos momentos dirijo la mirada a la otra orilla del Tajo, donde se encuentra el monumento a Cristo Rey, casi en la clausura de las celebraciones de su 50 aniversario. Ante la imposibilidad de visitar el santuario – como quería Mons. Gilberto, Obispo de Setúbal –, quisiera indicar aquí a las nuevas generaciones los ejemplos de esperanza en Dios y la lealtad al voto que se le hizo, y que los obispos y los fieles de entonces nos han dejado esculpidos en el monumento, como signo de amor y reconocimiento por preservar la paz en Portugal. Desde allí, la imagen de Cristo extiende los brazos a todo Portugal, como si quisiera recordarle la Cruz en la que Jesús ha alcanzado la paz del universo y se ha manifestado como Rey y siervo, porque es el verdadero Salvador de la humanidad.

Que, como santuario, sea cada vez más un lugar donde todos los creyentes verifiquen cómo los criterios del Reino de Cristo han sido impresos en su vida de consagración bautismal, para promover la edificación del amor, la justicia y la paz, interviniendo en la sociedad en favor de los pobres y oprimidos, para centrar la espiritualidad de las comunidades cristianas en Cristo, Señor y juez de la historia.

Imploro abundantes bendiciones del cielo, creadoras de esperanza y de paz duradera en los corazones, las familias y la sociedad, sobre todos los que trabajan y sirven en el Santuario de Cristo Rey, sobre sus peregrinos y todos los diocesanos Setúbal.








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