El santuario de Cristo Rey promueve la edificación del amor, la justicia y la paz
Martes, 11 may (RV).- Al finalizar la Santa Misa, el Papa ha leído un mensaje en el
que ha querido indicar a las nuevas generaciones “los ejemplos de esperanza en Dios”
que inspira el monumento dedicado al Cristo Rey que se encuentra a orillas del río
Tajo. Recordando que este año se celebra el 50 aniversario de la fundación del santuario
del Cristo Rey de Almada, el Pontífice ha señalado que este santuario promueve “la
edificación del amor, la justicia y la paz, interviniendo en la sociedad en favor
de los pobres y oprimidos, para centrar la espiritualidad de las comunidades cristianas
en Cristo, Señor y juez de la historia”.
El enorme monumento al Cristo
Rey, que se aprecia desde cualquier punto de la capital portuguesa, fue inaugurado
en 1934 y comprende una estatua del Cristo con los brazos abiertos de 28 metros, apoyada
en una base de cemento de 82 metros, sobre una colina de 113 metros de altura. “Desde
allí –ha dicho el Papa- la imagen de Cristo extiende los brazos a todo Portugal, como
si quisiera recordarle la Cruz en la que Jesús ha alcanzado la paz del universo y
se ha manifestado como Rey y siervo, porque es el verdadero Salvador de la humanidad”.
TEXTO
COMPLETO DEL MENSAJE: Queridos hermanos y hermanas
En
estos momentos dirijo la mirada a la otra orilla del Tajo, donde se encuentra el monumento
a Cristo Rey, casi en la clausura de las celebraciones de su 50 aniversario. Ante
la imposibilidad de visitar el santuario – como quería Mons. Gilberto, Obispo de Setúbal
–, quisiera indicar aquí a las nuevas generaciones los ejemplos de esperanza en Dios
y la lealtad al voto que se le hizo, y que los obispos y los fieles de entonces nos
han dejado esculpidos en el monumento, como signo de amor y reconocimiento por preservar
la paz en Portugal. Desde allí, la imagen de Cristo extiende los brazos a todo Portugal,
como si quisiera recordarle la Cruz en la que Jesús ha alcanzado la paz del universo
y se ha manifestado como Rey y siervo, porque es el verdadero Salvador de la humanidad.
Que, como santuario, sea cada vez más un lugar donde todos los creyentes
verifiquen cómo los criterios del Reino de Cristo han sido impresos en su vida de
consagración bautismal, para promover la edificación del amor, la justicia y la paz,
interviniendo en la sociedad en favor de los pobres y oprimidos, para centrar la espiritualidad
de las comunidades cristianas en Cristo, Señor y juez de la historia.
Imploro
abundantes bendiciones del cielo, creadoras de esperanza y de paz duradera en los
corazones, las familias y la sociedad, sobre todos los que trabajan y sirven en el
Santuario de Cristo Rey, sobre sus peregrinos y todos los diocesanos Setúbal.